Compensan aumento de salarios con incremento de precios
Esta semana se conoció el nombre del primer candidato a la presidencia de la República Checa. Diputados del gubernamental Partido Cívico Democrático entregaron el miércoles a la comisión electoral del Parlamento la candidatura oficial de Václav Klaus.
Klaus es el primer y hasta el momento el único candidato a la presidencia. Los comicios están planificados para el mes de febrero próximo y la candidatura de Václav Klaus es apoyada por los 81 diputados y 41 senadores del Partido Cívico Democrático.
Los observadores sostienen que, en vista de la correlación actual de fuerzas en el Parlamento, la reelección de Klaus se torna como la más probable.
Aunque en caso de que decidiera presentar su candidatura también el profesor de economía Jan Švejnar, el retorno de Klaus al Castillo de Praga podría complicarse. El eventual desafío entre Klaus y Švejnar, dos respetados profesores de economía, podría resultar muy interesante en vista de los esperados cambios en el sector económico.
Švejnar tiene una semana para confirmar su candidatura y para convencerse del apoyo que tiene en el escenario político. Además de los socialdemócratas, podría contar con el respaldo de los Verdes y del democristiano Partido Popular.
No obstante, para poder vencer a Klaus, Švejnar necesitaría todavía del apoyo de los comunistas, pero ése sigue siendo inseguro.
La Oficina de Estadísticas Checa anunció esta semana que el salario promedio de los checos aumentó en el tercer trimestre del presente año en un 7,6 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado.
Mientras que algunos economistas aseguran que el incremento de los salarios seguirá también el próximo año, otros, como Helena Horská, del Banco Raiffeisenbank, advierten que el poder adquisitivo de la población irá disminuyendo.
“El salario promedio continuará creciendo también el próximo año, alcanzando niveles bastante buenos. Lamentablemente, en 2008 influirá negativamente en ese crecimiento el incremento de los precios. La tasa de inflación será mucho más alta que este año, por lo cual el crecimiento del poder adquisitivo de la población desacelerará considerablemente”, sostuvo la economista Horská.
Además, mientras los ciudadanos confiaban en un nuevo aumento de salarios para equilibrar la inflación, el oficialismo preparaba una nueva sorpresa en el marco de su política de “apretarse los cinturones”.
Después del aumento del precio de los alimentos, los cigarrillos y los carburantes y del anunciado incremento del coste del transporte público, la vivienda y otras partidas el próximo año, a los ciudadanos les espera una nueva carga. A partir del próximo año encarecerá la electricidad.
El precio de la corriente eléctrica para los hogares aumentará en un nueve por ciento, lo que en opinión de Josef Fiřt, presidente de la Oficina de Regulación Energética, no es mucho.
“Las familias que utilicen la energía eléctrica sólo para el alumbramiento y para cocinar, pagarán anualmente sólo unas decenas de coronas checas más; aquellas que además, usen la electricidad para el calentamiento del agua, gastarán unos cuantos centenares más. La última categoría la representan las familias que utilicen la energía eléctrica para la calefacción. Éstas pagarán miles de coronas más en comparación con el año pasado”, dijo Fiřt.
A los ciudadanos pronto no les quedará otra que construir una casa de madera con calefacción y cocina a leña, bañarse en el río, alimentarse con los frutos del bosque y viajar en bicicleta.
Pero, quién sabe si en un par de meses no subirán también los precios de la madera y si la industria maderera no querrá incrementar sus ganancias…
Esta semana fuimos testigos asimismo cómo el Partido de los Verdes, la más joven formación política en el Gobierno checo, ha insinuado que la juventud es uno de sus principales atributos. La dirección del partido propuso a Ondřej Liška, de 30 años de edad, como candidato a ministro de Educación.
No obstante, parece que no todos los Verdes entendieron la nueva orientación de su dirección, ya que la candidatura de Liška, licenciado en ciencias políticas y religiosas, provocó fuertes debates dentro de la formación.
La discusión fue tan ardua que el líder de los Verdes, Martin Bursík, se puso firme y dio a entender quién tiene la última palabra en la jerarquía de la formación. Bursík recalcó que ningún militante debería poner en tela de juicio la decisión de la dirección del partido.
“La dirección decidió sobre la candidatura de Ondřej Liška, ya que según las reglas internas, tiene la competencia de hacerlo. Por supuesto, intentaremos convencer al Consejo que apruebe su candidatura formalmente, pero subrayo que la competencia de presentar la candidatura la tiene la dirección del partido”, dijo Bursík.
Bursík podrá amedrentar a lo mejor a los militantes de su formación, pero no al primer mandatario, Václav Klaus. Éste recalcó que estaba consternado por la juventud del nominado ministro de Educación.
“Cuando pienso en la juventud del probable ministro de Educación y la vejez y años de experiencia profesional de los rectores de las universidades a los que debería dirigir, la candidatura de Liška me parece problemática”, sostuvo Klaus.
La consternación de Klaus podría estar provocada por el culto a la juventud del que somos testigos últimamente. Klaus, como profesor y estadista con experiencia está consciente de los peligros que conllevan los conflictos generacionales.