Ciencia

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En esta edición les contaremos qué hazañas técnicas exigió el cambio del tejado de la rotonda medieval de Znojmo. Podrán conocer también las circunstancias en que la ciencia checa recibió en 1791 su primer subsidio estatal.

Tejado nuevo sin una gota de agua

En el interior de la rotonda de Santa Catalina, en la ciudad de Znojmo, miden cada gota de agua que penetre en el recinto. Hasta un ligero aumento de la humedad podría dañar de manera irreparable las representaciones de los soberanos de la Casa de los Premislitas, en las paredes del santuario medieval.

Mantener inalterable el indicador de la humedad en el recinto fue el imperativo también durante la restauración de este monumento de la segunda mitad del siglo XI. Los restauradores le pusieron un nuevo tejado sin que aumentara la humedad en su interior.

¿Cómo lograron que en el santuario no penetrase el agua de los temporales y el granizo después de haber sido desmantelado el tejado original?

Los restauradores necesitaron tres años para preparar las condiciones técnicas para las obras. Construyeron sobre la rotonda una cobertura especial y protegieron igualmente los andamios de los lados para que las ráfagas del viento no dañasen el monumento. Los andamios fueron instalados de manera que no tocasen los muros del antiquísimo santuario.

Mientras duraron las obras, los especialistas del Museo de Moravia del Sur que administra la rotonda de Znojmo, siguieron atentamente los indicadores de la humedad en el interior de la rotonda. El correspondiente equipo está instalado permanentemente en el recinto con el fin de vigilar que la humedad procedente de la respiración de los visitantes no sobrepase los límites permitidos.

Para que la humedad no dañe las pinturas murales de la rotonda, en su interior pueden entrar simultáneamente como máximo diez visitantes por hora y estos pueden permanecer en el santuario sólo quince minutos.


Primer subsidio estatal para la ciencia checa

El 21 de agosto de 1791 empezó en el refectorio veraniego del Klementinum praguense la exposición industrial en la que se exhibían productos checos:

Emperador austríaco Leopoldo II
Telas de lino, lana y algodón, y artículos textiles como medias, pañuelos, velos y manteles. Estaban representados asimismo objetos decorativos, como espejos de hasta 1 metro y 60 centímetros de alto, fabricados por el taller del conde Kinský. Se trataba de la primera exposición industrial en el continente europeo.

Para el éxito de la novedosa exposición industrial contribuyó la cobertura política de la que gozó la iniciativa. La muestra se realizó en el marco de las celebraciones de la coronación del emperador austríaco Leopoldo II como rey checo.

El emperador llegó con su esposa a Praga el 31 de agosto de 1791. La corona checa la recibió de las manos del arzobispo de Praga el 6 de septiembre. La misma noche el monarca asistió en el Teatro de los Estamentos al estreno de la ópera La Clemenza de Tito, de Wolfgang Amadeo Mozart.

La exposición industrial fue clausurada el 24 de septiembre. El siguiente día Su Majestad Leopoldo II asistió a la sesión de la Sociedad Checa de las Ciencias. El emperador presenció la quema de un diamante en oxígeno, experimentos con la fuerza del vapor y la simulación del futuro eclipse del Sol. Pudo familiarizarse, además, con los detalles del proyecto de la elaboración de un mapa económico de Bohemia y con otros planes de los naturalistas y técnicos checos.

Parece que Leopoldo II salió de la sesión favorablemente impresionado. Poco después la Sociedad Checa de Ciencias obtuvo del erario gracias a un decreto imperial su primer subsidio estatal: la suma de seis mil florines, relativamente elevada para al época. La entidad científica se llamó desde entonces la Real Sociedad Checa de Ciencias.

Trabajó hasta 1952 cuando fue disuelta por las autoridades comunistas. Continúa sus tradiciones la Sociedad Erudita de la República Checa - en latín Societas Scientiarum Bohemica -, fundada en mayo de 1994.