Ciencia

0:00
/
0:00

El 12 de enero de 1897, o sea hace 110 años, se llevó a cabo la primera intervención quirúrgica en territorio checo con ayuda de una radiografía. Les contaremos esta historia. Después regresaremos al presente y les hablaremos de un novedoso método analítico que determina si el pescado está contaminado con mercurio.

Rayos X y un clavo en el estómago

En el segundo semestre de 1896 el empresario praguense Céfka adquiere el primer aparato comercial de rayos X con el fin de ofrecer al público en el hotel del Caballo Negro una inédita atracción:

En el equipo adquirido en Alemania los atónitos curiosos pueden contemplar los huesos de su mano.

Uno de los visitantes, el asistente de la clínica de cirugía, Rudolf Jedlicka, acude con un paciente. Al exponerlo a los rayos X descubre que el paciente tiene en el estómago un clavo.

El joven Jedlicka se graba en la memoria dónde está alojado el clavo. Lo describe detalladamente a su profesor Karel Maydl. Éste toma el 12 de enero de 1897 el bisturí, abre el estómago del paciente y saca el clavo. Es la primera intervención quirúrgica en territorio checo, realizada gracias a un aparato de rayos X.

El joven médico Rudolf Jedlicka estaba entusiasmado con las prestaciones del equipo de rayos X. Su profesor Karel Maydl albergaba dudas sobre su utilidad.Permitió, sin embargo, que Jedlicka adquiriera un aparato para la clínica, pero costeándolo con sus recursos financieros.

Jedlicka que estaba ansioso por disponer de un equipo tan maravilloso, no vaciló un minuto y consiguió un préstamo de varios miles de florines. El Ministerio de Educación del imperio austro-húngaro del que Bohemia formaba parte en aquel entonces, le reembolsó posteriormente la suma invertida. No obstante, Jedlicka tuvo que costear durante un año de su magro sueldo las imprescindibles placas fotográficas.

Rudolf Jedlicka pagó con su propia carne por su iniciativa pionera en el campo de los rayos X, perdiendo tres dedos como consecuencia de sus experimentos.


Novedoso método para detectar la contaminación con mercurio

Regresemos al presente. Los químicos checos desarrollan un novedoso método para detectar la presencia del mercurio y de sus compuestos orgánicos en el pescado.

Compuestos orgánicos de mercurio son capaces de afectar el desarrollo normal del cerebro infantil y provocar trastornos nerviosos en la edad adulta.

Se espera que el método, altamente sensible, pueda ser utilizado además para analizar la presencia de compuestos orgánicos de plomo y estaño. Los científicos han adelantado que encontrará una amplia aplicación en los análisis del medioambiente.

Los compuestos orgánicos de algunos metales pesados, como el mercurio, el plomo y el estaño, son altamente tóxicos. Para proteger la salud pública necesitamos saber si en el medio ambiente estas sustancia están presentes en concentraciones admisibles desde el punto de vista toxicológico. Para este objetivo sirve el método analítico desarrollado por los científicos checos.