Chequia ya tiene ministro de Educación y empiezan los exámenes de bachillerato
Petr Fiala, antiguo rector de la Universidad Masaryk de Brno, es el nuevo ministro de Educación. El presidente de la República, Václav Klaus, lo nombró oficialmente este miércoles respondiendo a una recomendación del primer ministro, Petr Nečas, mientras que los estudiantes acuden masivamente a los exámenes de bachillerato.
El buen tiempo y las altas temperaturas invitan más bien a tomar el sol o salir de paseo, pero el 96% de los estudiantes convocados optó por presentarse a la primera de las tres pruebas: el idioma checo. Después seguirá el inglés y al final matemáticas, la prueba más temida y por lo tanto menos popular.
Sin duda lo más juzgado durante los exámenes de bachillerato ha sido siempre el sistema de evaluaciones. Los estudiantes se quejaban de que en caso de no gustarles a un profesor a lo largo de los estudios, la venganza llegaba con el examen final y por el contrario los favoritos se veían beneficiados.
Este año la tarea fue encargada al Centro para el Análisis del Nivel de la Educación (CERMAT) con el fin de garantizar la objetividad, según indica el director de la institución, Pavel Zelený.“Con el nuevo sistema de evaluaciones se reduce la burocracia y por lo tanto los gastos. Es importante destacar que la evaluación de las pruebas escritas es anónima, las personas que corrigen los exámenes y los estudiante no se conocen”, sostuvo Zelený.
Los nuevos exámenes cuentan con seguidores y detractores tanto entre estudiantes, profesores y padres de familia. Unos consideran que se trata de una prueba más difícil que antaño, algunos la encuentran enredada y muchos critican los millones invertidos, ya que para la mayoría de las Facultades no se trata de una prueba que determine el verdadero nivel de conocimientos para la continuación de estudios a nivel universitario.
A tan solo pocas horas de ocupar la silla ministerial, el nuevo encargado de la cartera de Educación, Petr Fiala, expresó que los nuevos exámenes de bachillerato no cumplen los objetivos trazados y que necesitan ciertas correcciones.El nuevo ministro, hombre de confianza del jefe del Gobierno, tiene ante sí una tarea titánica. Administrar el sector con los millonarios recortes anunciador por el Gobierno, ganarse el respeto de los educadores y sobre todo recuperar la confianza de las instituciones europeas que cortaron el suministro de ayudas por la mala gestión del ministro anterior.