Chequia va a por todas en la primera B. J. King Cup, que se disputa en Praga
La nueva Billie Jean King Cup, que sustituye con un nuevo formato a la Fed Cup, se celebra durante esta semana en Praga. Las tenistas checas comenzaron la competición derrotando a Alemania en un vibrante choque que se saldó con un 2:1 tras una agónica victoria en el dobles. Sobre el nuevo torneo hemos hablado con el reportero de la Radio Checa Jaroslav Plašil.
Habían pasado 20 minutos de la medianoche de este lunes cuando Lucie Hradecká y Kateřina Siniaková lograban finalmente la victoria tras un agónico súper tie-break y daban la victoria de Chequia ante Alemania en la primera jornada de la Billie Jean King Cup.
La jornada había comenzado bien para las checas, con una cómoda victoria de Markéta Vondroušová frente a Andrea Petković en dos juegos sin gran historia. Mucho más dramático fue el choque entre Barbora Krejčíková y Angelique Kerber, que comenzó justo después. La checa se impuso en un largo e igualado primer set por 7:6, a lo que siguió un rotundo 0:6 que se anotó la alemana. La derrota de Krejčíková en el tercero por 4:6 sentó como un jarro de agua fría en el O2 Arena de Praga.
Pero Siniaková y Hradecká, con su trepidante victoria por 6:4, 6:7 y 10:8 volvieron a dejar intactas las esperanzas checas de victoria en la primera Billie Jean King Cup, que además, juegan en casa.
Según Jaroslav Plašil, reportero deportivo de Radiožurnal, emisora de la Radio Checa, quien se clasifique de este grupo para siguiente ronda, tiene muchas opciones de levantar la copa del torneo este sábado.
“Creo que el grupo de las checas es el más fuerte de todos. Quienes consigan clasificarse entre Suiza, Alemania y Chequia, creo que tiene grandes opciones de hacerse con el torneo. Sobre todo apostaría por el equipo suizo y por el checo, como un poco se vio en los Juegos Olímpicos de Tokio. Allí Chequia consiguió el oro en dobles y Suiza la plata y en individuales fue al revés, Suiza oro, Chequia plata. Pero también las alemanas son muy fuertes con Angelique Kerber”.
Chequia es una de las dominadoras del torneo
La Billie Jean King Cup sustituye a la Fed Cup, que tantas alegrías ha dado al tenis checo. De hecho, tras Estados Unidos, en segunda posición de la tabla histórica están las 11 copas levantadas por las tenistas de Chequia y Checoslovaquia. Casi todas en las décadas de los 80 o en la de 2010, como recuerda Plašil.
“Chequia tuvo varias generaciones de jugadoras, que durante años dominaron la competición, como en los años 80 o incluso antes. En 1975 ganó Martina Navrátilová su primera Fed Cup jugando aún para Checoslovaquia con Renáta Tomanová. Luego tuvimos una generación muy fuerte en los 80 con Hana Mandlíková, Helena Suková y Jana Novotná. Teníamos jugadoras muy fuertes, lo que también se puede decir de esta última era, que dura ya 12 o 13 años. Esta generación consiguió su primer título en Moscú en 2011 y luego han logrado cinco más. Creo que todo se debe en buena parte a un gran equipo de apoyo, que crea un gran ambiente que hace que las tenistas tengan muchas ganas de competir en este torneo”.
Muchas cosas han cambiado a lo largo de tantos años, no solo el nombre del trofeo. Plašil recuerda lo que le contó la mítica Martina Navrátilová de su primer triunfo en la competición, el único que logró para Checoslovaquia antes de nacionalizarse estadounidense.
“Sobre la diferencia de cómo se percibía entonces a cómo se percibe ahora, me contaba Navrátilová que cuando ella y Renáta Tomanová ganaron el torneo en Francia contra Australia, no sabían ni siquiera si alguien se habría enterado porque no lo echaban por televisión. Cuando llegaron al aeropuerto de Praga, había solo unos cuantos periodistas, la gloria duraba un solo día y ya está, nadie volvía a hablar de ello. Ahora es completamente distinto”.
El nuevo torneo toma el nombre de una histórica tenista estadounidense, a la que Plašil responsabiliza de que las tenistas mujeres gocen en la actualidad de la misma consideración que los hombres, también en lo referente a la remuneración económica.
El formato de la competición copia el ya usado últimamente por la Copa Davis. Por un lado, el anterior se consideraba anticuado para los tiempos actuales. Este debería reunir realmente a las mayores figuras del tenis mundial, así como conseguir mayores cuotas de audiencia. Sin embargo, para las checas, por ejemplo, la antigua Fed Cup tenía sus ventajas, cuenta Jaroslav Plašil.
“Con el sistema antiguo creo que las tenistas checas tenían la gran ventaja de jugar en casa al menos unas pocas veces al año contra equipos fuertes como Francia, Estados Unidos o Australia. Las tenistas de estos países tienen grandes torneos Grand Slam en sus países y la posibilidad de jugar ante su público a menudo, algo que no sucede con las federaciones pequeñas”.
En esta primera edición de la B. J. King Cup, no obstante, el torneo se disputa en Praga. En parte por una carambola provocada por el COVID y en parte porque la federación checa estuvo ágil, explica Plašil.
“Chequia aprovechó la oportunidad de organizarlo porque Hungría perdió el interés. Con el coronavirus es difícil hacer grandes eventos y, además, Hungría no tiene un gran equipo de tenistas que presentar, así que abandonaron sus planes, que eran originalmente para 2020. Chequia rápidamente presentó un plan para salvar la celebración del torneo y el equipo organizador, además, recibió un aval financiero del Estado, lo que también ayudó mucho”.
Las tenistas checas no perderán detalle este martes del debut de Suiza en la competición frente a Alemania. El jueves será cuando ellas mismas se enfrentes a las suizas por un puesto en semifinales. Con un calendario imposible de apretar más, las finales con las que sueña todo el país serán ya el sábado.