Chequia se suma a la producción de hidrógeno verde
El hidrógeno verde jugará un papel importante en el reemplazo de los combustibles fósiles en la industria pesada o el transporte de mercancías y ayudará a almacenar energía de recursos renovables. Chequia empieza ahora a producirlo dando un importante paso en la protección del medio ambiente.
Chequia ha iniciado la fabricación de hidrógeno verde, dando un paso significativo hacia una mayor protección del clima. El centro pionero de esta tecnología se encuentra en la ciudad de Napajedla, en la región de Zlín.
El corazón de la fabricación de hidrógeno es el aparato de electrólisis capaz de descomponer el agua en oxígeno e hidrógeno por medio de energía eléctrica. Si la electricidad proviene de un recurso renovable, entonces se puede utilizar la denominación “hidrógeno verde”. En el caso de Napajedla, la electricidad proviene de energía solar.
Como dijo el ministro del Medio Ambiente, Petr Hladík, a la Radio Checa, lo importante para el país es poner la tecnología en marcha para que empiece a reemplazar el gas natural en unos siete años.
“En unos años, será algo común y el usuario no notará que una parte de lo que consume, ya sea en una caldera de casa, en un fogón o, por supuesto, en los recintos industriales, no es gas natural en un 100% sino un combustible parcialmente renovable. La tecnología apenas empieza ahora en el sector comercial. Sin embargo, entre los años 2030 y 2040 el hidrógeno verde debería reemplazar la mayor parte del combustible fósil, es decir, el gas natural. Suponemos un crecimiento masivo del uso de hidrógeno tanto en la industria como en el transporte”.
El aparato de electrólisis en Napajedla, por el momento, produce en una hora una cantidad de hidrógeno que le bastaría a un coche para recorrer 350 kilómetros. La capacidad total de fabricación es de ocho toneladas de hidrógeno verde al año. Se trata de un volumen con el que un coche haría 800.000 kilómetros “verdes”, lo cual no es una cantidad muy elevada para todo el país.
A su vez, aunque el hidrógeno verde puede ser aprovechado inmediatamente en el transporte, falta la infraestructura necesaria, esto es, puntos de repostaje. Además, en cuanto al transporte de personas, no puede competir hasta el momento con los vehículos eléctricos. Sin embargo, como advierte el director programático de la Asociación de Energías Modernas, Martin Sedlák, hay otras ramas en las que el uso de esta tecnología puede ser de mucha importancia.
“El hidrógeno verde juega un papel crucial en la descarbonización de la economía. Lo vamos a necesitar, por ejemplo, para la descarbonización de los procesos pesados industriales o para la fabricación de abonos industriales. También nos ayudará a conservar una parte de la electricidad sobrante de la energía solar fotovoltaica o de la energía eólica, porque las baterías corrientes de litio nos permiten una acumulación diaria o de horas, pero el hidrógeno funciona como un combustible a largo plazo. Si necesitamos pasar una parte de la energía de los recursos renovables de una temporada a otra, es bastante fácil hacerlo con el hidrógeno”.
Prosigue Sedlák que a nivel europeo dicha tecnología registra unos avances mucho más significativos en comparación con Chequia. Según dice, no hay duda de que en Europa la apuesta por el hidrógeno verde tendrá cada vez más importancia en la eliminación de los combustibles fósiles que dañan el medio ambiente.
“Alemania, por ejemplo, actualizó su estrategia del hidrógeno. Cuenta con el uso del hidrógeno en las centrales eléctricas de ciclo combinado para reemplazar al gas natural. Y esto conducirá a un auge del uso del hidrógeno verde en Europa, según nuestras suposiciones. En Suecia, por ejemplo, ya existe el primer proyecto de fabricación de acero climáticamente neutro, en el que se interesó la fábrica de automóviles Volvo. Proyectos similares existen en Alemania o Francia”.
Hasta el momento, la fabricación checa del hidrógeno verde depende de unos subsidios que, en este caso, provienen del Fondo de Modernización de la UE.
