Chequia quiere el euro pero sigue pensando en como conseguirlo

Jan Fischer y Eduard Janota, foto: ČTK

Las medidas para disminuir el déficit presupuestario del Estado, el mayor en la historia del país, siguen sin poner de acuerdo al Gobierno. Las reuniones que deciden sobre el aspecto del Programa de Convergencia, que debe llevar a Chequia hasta la introducción del euro, tuvieron que ser suspendidas hasta febrero.

Jan Fischer y Eduard Janota,  foto: ČTK
Los ministros no fueron capaces de llegar a un acuerdo sobre los recortes a aplicar sobre los gastos del Estado que tienen que conseguir reducir el déficit hasta situarlo por debajo del tres por ciento, la barrera que permite la entrada del euro. El Programa de Convergencia es remitido cada año a Bruselas, que lo valora y emite a su vez sus propias consideraciones y recomendaciones.

Pero el documento que el Ministerio de Finanzas preparó este año, no ha sido aprobado y se encuentra en punto muerto, porque, como reconoce el primer ministro, Jan Fischer, contradice algunas de las medidas tomadas para luchar contra la crisis.

“El Gobierno no puede permanecer pasivo ante el déficit, y las medidas del Programa de Convergencia no pueden entrar en conflicto con las tomadas por el plan de salida de la crisis”.

Eduard Janota,  foto: ČTK
Los principales partidos políticos del país quieren el euro. El problema es qué camino escoger hasta él. Según el ministro de Finanzas, Eduard Janota, Chequia podría cumplir con los requisitos en 2013 y pagar con la moneda comunitaria en 2017, o incluso 2016. Entre las propuestas del ministro destaca la subida de impuestos al 31 por ciento para las rentas más altas. Otras medidas afectarían al IVA o prolongarían las que fueron previstas solo con validez de un año, como son la reducción de las pensiones por enfermedad y maternidad. En total, Janota cuenta con que en 2013 se habría reducido así el déficit en los casi 4.000 millones de euros necesarios para cumplir con los requisitos de Bruselas.

A los políticos no parecen gustarles las medidas, y serán ellos quienes vuelvan al poder tras las elecciones de esta primavera. Pero otro de los elementos que afectan a la aprobación del programa es sin embargo una buena e inesperada noticia: mejores resultados económicos de los previstos. Un crecimiento económico del 0,3 por ciento, que supone un 1,3 por ciento por encima de las expectativas.

Las reuniones sobre el Programa de Convergencia se reanudarán el 8 de febrero.