Chequia no juega, pero los checos sí
La Copa del Mundo de Catar ya ha dejado en Chequia un volumen de apuestas de más de 90 millones de euros. Con las eliminatorias, se prevé que se batan los récords del anterior torneo.
En plena disputa de la Copa del Mundo de Catar, la afición checa echa en falta el poder animar a un combinado nacional que lleva sin estar en esta cita desde el año 2006.
Con todo, eso no significa que los checos no estén siguiendo con emoción el torneo más esperado e importante del mundo del fútbol, tal y como demuestran las cifras que registran las casas de apuestas nacionales, en constante crecimiento.
Con el final de la fase de grupos y la disputa de los primeros cruces de octavos, el volumen de apuestas registrado ya supera los 90 millones de euros.
Así, la casa Tipsport ya aceptó apuestas por un total de 46 millones de euros. Fortuna, por su parte, también supera la cifra de los 40 millones, mientras que en Chance fueron más de 9 millones de euros.
“El campeonato de este año será sin duda el torneo más popular entre los apostadores”, afirmó el portavoz de Fortuna, Petr Šrain.
En esta línea, y aún a falta de la fase de eliminatorias, las previsiones invitan a pensar que se superarán los 102 millones de euros registrados en la Copa del Mundo de Rusia hace cuatro años, o incluso que podrían superarse los 120 millones registrados en la Eurocopa de hace dos años.
Además, las propias casas de apuestas pueden celebrar que el desarrollo del torneo les está reportando excelentes beneficios hasta el momento ante varios resultados realmente sorprendentes y que han inclinado la balanza en su favor para desgracia de los apostadores. Partidos como las victorias de Arabia Saudí sobre Argentina o Japón sobre España así lo confirman.
Con todo, estos también dejaron grandes ganancias para algunos valientes apostadores. Por ejemplo, un depósito de 10.000 euros permitió embolsarse casi 89.000 euros a uno de ellos, que pronosticó la victoria de Japón sobre España. Otro fue incluso más allá y se jugó más de 3.000 a la propia victoria japonesa, pero durante el tiempo de descanso, cuando la selección nipona iba por debajo en el marcador. La remontada final le permitió llevarse 111.000 euros.