Chequia niega cualquier participación en un plan para derrocar a Nicolás Maduro
El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Checa ha desmentido categóricamente cualquier involucramiento del país en un supuesto plan para derrocar al gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro.
La semana pasada, las autoridades venezolanas detuvieron a varios ciudadanos extranjeros, tres ciudadanos estadounidenses, dos españoles y el checo Jan Darmovzal, acusándolos de conspirar para desestabilizar el país y atentar contra la vida del presidente Nicolás Maduro. Ante esta situación, la embajada checa en Bogotá, concurrente en Venezuela, ha solicitado formalmente a Caracas información detallada sobre el caso y ha solicitado acceso consular al ciudadano checo detenido.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Daniel Drake, ha enfatizado que todas las acusaciones contra la República Checa carecen de fundamento.
La noticia sobre las detenciones fue anunciada por el ministro del Interior, Diosdado Cabello, en una transmisión de la televisión estatal venezolana. Durante la emisión, se mostraron armas que, según Cabello, fueron confiscadas durante las detenciones.
Sin embargo, la familia de Jan Darmovzal niega categóricamente cualquier implicación en el supuesto complot. Oldřich Darmovzal, padre del detenido y empresario en Moravia del Sur, calificó las acusaciones como absurdas. "Mi hijo no estaba planeando nada de eso. Es un deportista y un apasionado viajero. Ha visitado muchos países y es miembro de la reserva activa, pero no trabaja para ningún servicio secreto ni ninguna entidad gubernamental", afirmó Darmovzal en declaraciones al diario Deník N.
Detalles del arresto
Según su padre, Jan Darmovzal, de 34 años, viajó a Venezuela a mediados de agosto con planes de regresar a la República Checa poco después. Sin embargo, fue arrestado junto a otros extranjeros, aunque, según sus declaraciones, no tenía ninguna relación con ellos. "Lo detuvieron más tarde y lo incluyeron en el grupo. No tenía nada que ver con los otros arrestados. Fue un caso de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado", comentó.
Darmovzal es graduado en gestión y estudios deportivos por la Universidad de Masaryk en Brno, y desde 2019 ha sido miembro de la reserva activa del 43º regimiento de paracaidistas en Chrudim. También se informó que había sido nombrado director de la oficina de CzechTrade en Qatar en 2021, aunque no asumió el cargo debido a sus críticas hacia Israel, según reveló el portal Seznam Zprávy.
Reacción de las autoridades checas
Tras el arresto, las autoridades checas, a través de su embajada en Bogotá, enviaron una nota oficial al Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela solicitando información detallada sobre el caso y acceso consular al detenido. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores checo, Dan Drake, confirmó que los diplomáticos checos están en contacto con sus homólogos de Estados Unidos y España, cuyas naciones también tienen ciudadanos arrestados.
El embajador checo en Colombia, Vladimír Eisenbruk, concurrente para Venezuela, aseguró que las autoridades están haciendo todo lo posible para obtener más información sobre el arresto. Fuentes diplomáticas checas, que prefirieron mantenerse en el anonimato, creen que el gobierno de Maduro está utilizando el caso con otros fines, posiblemente para generar presión política, informa el diario Deník N.
Sospechas de intervención rusa
Según el diario N, informes de fuentes checas, las agencias de inteligencia del país sospechan que el arresto de Darmovzal podría estar vinculado a intereses rusos en la región, dado que Venezuela es uno de los principales aliados de Rusia en América Latina. "Existe la sospecha de que fue identificado previamente como objetivo. Incluso publicó detalles de su vuelo en Instagram, lo que podría haber sido utilizado por los servicios secretos venezolanos, que están conectados con los rusos", señaló el diario Deník N.
La situación también se ve agravada por la reciente escalada en las tensiones diplomáticas entre España y Venezuela, después de que el gobierno venezolano retirara a su embajador en Madrid para consultas y convocara al embajador español en Caracas tras las elecciones presidenciales de julio, en las que Nicolás Maduro fue declarado ganador, un resultado que ha sido cuestionado por la oposición y muchos de los países occidentales.