Chequia explora nuevas alternativas frente a la crisis energética

En su intento por hacer frente a la actual crisis energética, el gobierno checo contempla la posibilidad de crear una empresa estatal de comercialización de energía.

La crisis energética lleva siendo un quebradero de cabeza para los gobiernos europeos desde hace ya tiempo atrás, con Chequia como uno de los grandes damnificados. Por el momento las diferentes propuestas y la búsqueda de una solución a nivel comunitario parecen haber sido en vano y esto no ha hecho sino agravar aún más el asunto.

Con todo, aún se buscan alternativas que traten de paliar los efectos de una crisis que, irremediablemente, se traslada a los hogares.

Es por eso que el gobierno checo ha deslizado la posibilidad de crear una empresa estatal de comercialización de energía. El objetivo sería ofrecer tarifas más asequibles para las familias más afectadas o las pequeñas empresas.

Foto ilustrativa: Markus Spiske,  Pixabay,  CC0 1.0 DEED

"Hemos analizado las herramientas que regulan los altos precios de la energía utilizadas por los estados miembros de la Unión Europea. Queremos encontrar una solución sostenible y a largo plazo. Empezamos a pensar en el concepto de una comercializadora estatal de energía, que eventualmente pudiera suministrar dentro de una tarifa social regulada”, afirmó el diputado Pirata Petr Třešňák.

Třešňák, sin embargo, no descarta aún la posibilidad de alcanzar un acuerdo a nivel europeo, afirmando incluso que sería una salida realmente positiva. No todos comparten esta opinión. Por ejemplo Karel Havlíček, exministro de Industria y Comercio, afirmó que urgen soluciones inmediatas y que no dependan tanto del dictado europeo.

"Tendremos la presidencia en unos meses. Pasarán los próximos meses antes de que se pueda acordar algo allí. Tenemos que hacer frente a esta situación ahora".

Resulta evidente que el gobierno checo, a través de la posible creación de esta nueva empresa, busca un control más efectivo sobre el mercado energético. Si bien se trata de una operación compleja, modelos similares ya han arrojado grandes resultados. El espejo en el que se mira el país es Francia. El país galo actúa como principal accionista de EDF, primer productor y distribuidor de electricidad en toda Europa.

Otra posibilidad sería regular y limitar los precios, un camino que ha seguido precisamente la vecina Eslovaquia pero que el gobierno ve como inviable actualmente.

Desde Chequia se busca cuanto antes una solución para evitar que se repitan episodios como el de noviembre del pasado año, cuando la gravedad de la situación llevó a Bohemia Energy, uno de los principales proveedores del país, a cerrar sus puertas definitivamente.