Chequia depende en gran medida de la importación de alimentos
Desde hace 25 años, la República Checa importa más productos agrarios de los que recibe, lo que demuestra su dependencia del extranjero en el terreno alimentario.
De hecho, el año pasado el déficit comercial agrario checo superó los 1550 millones de euros. Dentro de esa cifra, la peor parte corresponde a la carne, que supone alrededor de 890 millones de euros de saldo negativo. Como señala el portavoz de la Unión Agrícola, Vladimír Pícha, estos número son especialmente malos.
“Es una cifra récord. Los malos resultados se dan principalmente en los lácteos y las verduras, donde producimos nosotros mismos solo el 35% de los alimentos”.
Sobre este hecho advierte Tomáš Maier, de la Universidad Checa de Agricultura.
“Se va dinero de nuestro país en forma de animales o leche fresca, de esos ingredientes se hacen conservas de carne o yogures en otros países y luego vuelven a nosotros”.
La República Checa, aunque cuenta con una agricultura capaz de competir con otros países, todavía no tiene una conexión ideal entre el sector primario agrario y el sector de procesamiento, como apunta Maier.
Según el Ministerio de Agricultura, la exportación checa a terceros países está creciendo a mayor velocidad que la exportación a países de la Unión Europea, donde destacan Rusia, China, Japón, Turquía y Estados Unidos.
Pero si hablamos de cifras concretas, la mayoría de los productos agrarios se quedaron en la Unión Europea. El mayor porcentaje fue a parar a Eslovaquia, con el 21.8%, seguido de Alemania y Polonia.
La importación agraria, por su parte, procede generalmente de Alemania, Polonia, Holanda, Eslovaquia y España.
