Chequia debería proteger más sus patentes
Baja el número de patentes en la República Checa, algo que se nota especialmente en las patentes internacionales, donde los checos van por detrás de otros países de la zona.
En la República Checa se registraron el año pasado menos patentes que en el año 2017, según datos de la Oficina de Propiedad Industrial.
El número de patentes registradas llegó a superar las 700, sin embargo, son 150 menos que el año anterior. Uno de los problemas que enfrentan normalmente quienes quieren registrar un nuevo invento es que esa tecnología ya existía con anterioridad, como explica a la Radiodifusión Checa Josef Dvornák, vicepresidente de la Oficina de Propiedad Industrial.
“Las causas pueden ser diversas. Una de ellas, por ejemplo, es que la solución técnica que se quiere registrar no es nueva. El error más común no es solo de los registradores, sino que no se mira en las grandes bases de datos de patentes para ver cómo están las cosas en esa especialidad”.
Como las patentes checas solo tienen valor dentro del país, las empresas o universidades que deseen proteger sus invenciones también en otros países deben acudir a las oficinas de patentes correspondientes. Algo que en comparación con otros estados de su entorno, los checos no hacen con tanta frecuencia.Mientras que en el 2017 la República Checa tuvo 18 registros de patentes internacionales por cada millón de habitantes, en Austria fueron 175 y en Alemania 237.
Para Zdeněk Tomíček, vicepresidente de la Asociación de Pequeña y Mediana Empresa, uno de los motivos suele ser el dinero, ya que en la República Checa los registros son más baratos.
“En Chequia no se habla sobre la protección de la propiedad intelectual tanto como en otros países. El Estado debería prestar más atención a este tema para que los empresarios sepan realmente qué les aporta. A menudo, la financiación es un problema para ellos, porque si se trata de registrar una marca, hacerlo en la República Checa es más barato que en el extranjero”.
En el mismo sentido se expresa Josef Orel, director de la compañía química Oritest, con experiencia en patentes a nivel local e internacional.
“Cuando se trata de registros en nuestro país los gastos ascienden a varios miles de euros, pero cuando nos vamos a otros lugares de Europa o a Norteamérica podemos estar hablando de más de 10 000 euros”.
Otro de los puntos preocupantes con las patentes en Chequia es que las universidades están bajando su ritmo, y los registros por parte de estas instituciones bajaron casi a la mitad entre 2013 y 2017. Generalmente, también debido a motivos económicos.
El Ministerio de Industria y Comercio indica que ya existe un fondo dedicado a la protección de la propiedad intelectual, donde con dicha intención pidieron subvenciones el año pasado 90 personas.