Chequia aprueba finalmente su ley antitabaco

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La Cámara Baja checa ha dado el sí en el segundo intento a la ley antitabaco propuesta por el Gobierno. El texto prohíbe fumar totalmente en bares y restaurantes e incluye además medidas para limitar el consumo de alcohol.

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La prohibición de fumar en bares y restaurantes es ya, prácticamente, una realidad. La ley antitabaco que fue rechazada inesperadamente por la Cámara Baja el año pasado ha sido finalmente aprobada ahora al segundo intento. Aunque tiene que pasar todavía por el Senado y la firma del presidente, nadie duda ya que a partir de junio los fumadores tendrán que salir a la calle a encenderse el cigarrillo.

La ley ha seguido adelante sin ninguna modificación que la suavizara. La propuesta del opositor Partido Cívico Democrático de que puedan establecerse salas de fumadores en los locales ha sido desestimada. Tampoco habrá excepción para las cachimbas en los salones de té.

Desde el sector se ha lamentado la medida, pero no quedará más remedio que adaptarse, explica el dueño de un restaurante, Jiří Pešek.

“En Italia y Francia, donde la ley ya fue aprobada, la gente tuvo que hacerse a la idea de alguna manera, y de la misma forma se adaptará la gente aquí”.

Foto: Kristýna Maková
La medida ha sido criticada por el Partido Cívico Democrático, que la considera una intromisión en el derecho de los empresarios a decidir sobre las normas de su establecimiento, y por parte del Partido Comunista, que teme los efectos que puede causar en los pueblos pequeños, donde suele haber solo un local. Por su parte, el promotor de la legislación, el Partido Socialdemócrata, consideraba imprescindible su aprobación por motivos sanitarios.

La nueva ley no regula únicamente el consumo de tabaco, sino que se extiende también al alcohol. El texto prohíbe la venta de alcohol en expendedores automáticos, en medios de transporte exceptuando los autobuses de larga distancia, y los eventos para niños.

Se trata de un avance en la lucha contra el alcoholismo, afirma Michal Miovský, de la Clínica de Adictología de la Primera Facultad de Medicina de Praga.

Michal Miovský,  foto: Prokop Havel,  ČRo
“Es un primer paso más claro, pero al mismo tiempo faltan muchos otros pasos que harían de este avance algo sistemático, o parte de un sistema de medidas. Muy a menudo apostamos por medidas parciales, por ejemplo con el tabaco, pero pocas veces miramos al problema desde un punto de vista más amplio, bien sea desde la fiscalidad o la prevención. Por ejemplo, por lo que respecta a la prevención el Estado checo tiene diversas carencias. La mayor parte de los programas que llevamos a las escuelas no pasan por ninguna revisión oficial, se les destinan pocos recursos y no se dedican a ellos personas con la formación necesaria”.

En este sentido Miovský afirma que a la hora de combatir el consumo excesivo de alcohol, las autoridades no tienen información precisa, ya que en las estadísticas no se refleja la venta de alcohol ilegal. Esta rondaría en su opinión el 40% de la venta legal.