Chequia aprovecha la visita de Merkel a Praga para obtener mayor colaboración económica
La visita de la canciller alemana Angela Merkel a Chequia, aunque no sirvió para acercar posturas en materia de inmigración, permitió a Alemania conocer la posición checa respecto a la integración europea y a la República Checa acordar proyectos de infraestructuras y desarrollo tecnológicos conjuntos.
La presencia de Merkel en Praga, la primera desde hace cuatro años, ha sido para los checos una posibilidad de oro para poner sobre la mesa algunos asuntos de importancia, explicó Sobotka en entrevista para la Televisión Checa.
“Creo que hay aquí determinados proyectos que se merecen la atención del Gobierno alemán. Uno de ellos es el ferrocarril de alta velocidad que queremos construir entre Praga y Berlín. Necesitamos para ello que los alemanes lo incluyan en sus documentos estratégicos, que precisamente están preparando ahora. Así que tenemos la posibilidad de que adopten una decisión que tendrá consecuencias para varias décadas, es decir, si a través de la República Checa pasa o no una línea férrea de alta velocidad”.
Asimismo, en aras de una mayor competitividad, la República Checa necesita modernizar su industria, y para ello se tratará de contar con tecnología alemana, continuó Sobotka.“Nos hemos reunido además con decenas de empresarios, científicos, sindicalistas, y con empresas y universidades que se encargan de la digitalización y modernización de nuestra industria. Había por ejemplo representantes del Instituto de Robótica. Creo que este es un gran tema para Chequia y Alemania, porque los dos somos países industriales, y si conseguimos digitalizar nuestra industria seguiremos en la cima mundial, si no perderemos competitividad. No se trató solo de discusiones sobre relaciones políticas temas migratorios, se trató del futuro de la República Checa”.
Sin acuerdo respecto a las cuotas
Precisamente el tema migratorio es tratado de forma continua por ambos países y no se esperaba ningún avance especial en este sentido. Los dos mandatarios resaltaron que Alemania y Chequia coinciden en numerosos asuntos de política migratoria, como el pacto con Turquía, la creación de una guardia fronteriza europea o la puesta en marcha de controles más precisos para la entrada en la zona Schengen. Esto deja un amplio margen para la colaboración, según Sobotka.“Estamos de acuerdo con Alemania en esos temas y creo que podemos colaborar de forma efectiva, de la misma forma en la que colaboran nuestras Policías o nuestros servicios secretos. En lo que no estamos de acuerdo es en si los Gobiernos nacionales deben tener capacidad decisoria en cuestiones de inmigración, es decir, si son los Gobiernos de cada país los que deciden cuánta gente, de qué país, de qué cultura, llegan a su territorio. Yo estoy convencido de que eso debe quedar a nivel nacional y precisamente por eso no queremos ningún mecanismo de reparto de inmigrantes”.
Por su parte, Angela Merkel, que realiza una ronda de consultas por toda la Unión Europea para conocer las posibilidades de integración que se abren después del Brexit, pudo conocer de primera mano la posición del Gobierno Checo al respecto.
En este sentido, la República Checa ve prioritario que los próximos avances en materia de integración europea se realicen en temas de seguridad. Asimismo el país considera que una de las causas del Brexit era el exceso de emigrantes de países del Este en Gran Bretaña, algo provocado por la gran diferencia de renta entre el Este y el Oeste de Europa. Así pues, la Unión Europea debería avanzar más deprisa en el proceso de convergencia para que se nivelen las diferencias económicas entre Norte y Sur, Este y Oeste.Durante su visita a Praga, Angela Merel se reunió también con el presidente checo, Miloš Zeman, aunque el encuentro tuvo más bien un sentido protocolario. Las conversaciones se centraron en el sistema de cuotas de reparto de inmigrantes en el seno de la Unión Europa, del que Zeman es un acérrimo opositor.