Čeština s Michalem, un aliado en el difícil arte de aprender checo
Inspirado en un conocido podcast en español, Čeština s Michalem es un excelente aliado para el aprendizaje del checo. En esta entrevista su creador Michal Horák nos cuenta cómo logró superar los trescientos cincuenta episodios, las principales dificultades que atravesó y los motivos por los que los checos no siempre se entienden bien con los extranjeros.
Čeština s Michalem es un podcast destinado al aprendizaje del checo que, si bien no es el único ni mucho menos, probablemente sea el de mayor regularidad. Su creador, Michal Horák, tiene veintinueve años y repite esa introducción en cada nuevo episodio, tal vez en sintonía con la idea de naturalidad que, desde el principio, quiso darle a su proyecto. Y aunque Horák no habla español asegura que, en cierta forma, le debe a ese idioma la creación de su podcast.
“Cuando empecé a estudiar japonés busqué alguna forma de aprender mejor el idioma y encontré un gran podcast que se llama Nihongo con Teppei que también está vinculado al público hispano como demuestra el “con” y que, a su vez, está inspirado en un podcast para aprender español que mucha gente seguramente conozca, y se llama Español con Juan”.
Michal Horák cuenta que escuchó ese podcast a diario durante un año entero y se dio cuenta de que no solo mejoraba su capacidad de escucha del japonés sino también su modo de comunicarse. Pero la otra gran causa del origen de Čeština s Michalem fue su mudanza a Estados Unidos, dos años atrás. Como suele suceder en cada nuevo comienzo, Horák barajó distintos planes de acción pero la pandemia se encargó de posponer muchos de ellos y también de adelantar otros.
“Así que dije que no importaba y decidí usar ese tiempo en casa para empezar a hacer algo que había planeado para un futuro más lejano: enseñar checo a los extranjeros, y pensé que era una gran oportunidad y decidí hacerlo más o menos de la misma forma en la que a mí me había resultado estudiar idiomas extranjeros”.
Horák era consciente de que los estudiantes de checo necesitan estar en permanente contacto con el idioma. Y si bien se dio cuenta de que ya había muchos otros podcasts interesantes notó que, en general, proponían entrevistas o ensayos sobre diversos temas más o menos similares a lo que aparecer en televisión y en los diarios. Horák, por su parte, quiso hacer un podcast en el que el idioma checo fuera lo más parecido posible al que se habla, por ejemplo, en una oficina en los ratos libres. Priorizar esa naturalidad le pareció lo más importante. Por otro lado, afirma que cualquier oyente con un nivel intermedio o incluso principiantes algo avanzados pueden escucharlo sin problemas porque, a menudo, utiliza expresiones bastantes básicas y, en los pocos casos que emplea palabras más complicadas las explica con términos simples.
“El checo tiene varios aspectos complicados. Como todos seguramente saben, la declinación y todo eso suele ser algo muy pesado para los estudiantes de checo, pero creo que si se estudia y practica con frecuencia se puede llegar a dominar, por eso creo que, de verdad, la perseverancia es lo más importante”.
Justamente, en nombre de esa regularidad que le parece indispensable para aprender cualquier idioma y, en especial, el checo, a tal punto que suele referirse a ese tema en muchos de los episodios, es que Horák ya cuenta con más de trescientos cincuenta capítulos que duran alrededor de diez minutos. En cada uno de esos programas propone temas tan abiertos y variados como, por ejemplo, el Día de San Valentín, la radio o los finales felices.
“Cuando empecé a grabar no estaba acostumbrado y me resultó bastante problemático encontrar un nuevo tema cada día y, al mismo tiempo, ser original, pero luego cuando llegué a completar un mes de grabaciones creo que me fui acostumbrando y dejé de preocuparme un poco, pero, por supuesto, pensar siempre nuevos temas no es algo tan fácil”.
Horák revela que tiene una larga lista de temas y si un día se le ocurre hablar de algo que ya había tratado en otro episodio trata de darle quizás otra perspectiva, pero no deja de hacerlo porque, en su opinión, la repetición es la llave del aprendizaje y la madre de la sabiduría. A veces, elige el tema de cada episodio a partir de algo que le sucede, pero muchas veces termina contando solo su día, lo cual tampoco le parece mal porque lo más importante para él no es el contenido en sí, sino que los estudiantes entrenen la escucha. De todas formas, muchas veces el contenido de su podcast resulta útil para entender ciertos aspectos de la vida en Chequia: por ejemplo, uno de los episodios se refiere a la prueba de la sirena, una curiosa rutina checa que pone en práctica el primer miércoles de cada mes al mediodía el Servicio de Bomberos para mantener en funcionamiento el sistema de alarmas.
“Eso es algo a lo que nunca me acostumbré a pesar de que nací y viví veinticinco años en República Checa, siempre me molestó un poco. Y si bien la intención de mi podcast no es explicar la cultura del país, sí es cierto que, a veces, hablando de cosas cotidianas, surgen algunas diferencias importantes entre lo que era mi vida en República Checa y lo que es hoy mi vida en Estados Unidos. Entonces, cuando aparecen esas diferencias por ahí me explayo un poco más, porque es algo nuevo y, por supuesto, es importante entender el lugar donde vivimos”.
En cualquier caso, Horák aclara que no pretende ofrecer una especie de análisis cultural de su país al empezar a grabar cada episodio, sino que muchas veces esas reflexiones van surgiendo como consecuencia natural de algunos temas. Por otro lado, cada vez que alguien decide aprender un nuevo idioma suele preguntarse hasta qué punto es positivo o, por el contrario, puede llegar a ser contraproducente escuchar mucho tiempo algo que no se llega a comprender.
“Es interesante porque todos tienen una opinión levemente distinta. Yo, por ejemplo, si escucho algo que no entiendo durante mucho tiempo me siento tan incómodo y me pongo de tal mal humor que quiero dejar de escuchar, y creo que es razonable. Pero también me parece que esa exposición puede tener sentido porque no solo se aprenden palabras sino también cuestiones vinculadas al ritmo, algunas frases sueltas e incluso ciertas cuestiones de la gramática”.
Horák señala que, después de todo, es de esa forma que los niños aprenden a hablar. En definitiva, considera que lo mejor puede llegar a ser una combinación de ambas modalidades, aunque él, personalmente, prefiere una escucha atenta que le permita concentrarse únicamente en aquello que está escuchando. Sin embargo, reconoce también que, a veces, más que intentar comprender la totalidad de las frases, es mucho más útil concentrarse en el contexto. Y en relación con eso, Horák coincide en que, desde que vive en Estados Unidos, tiene otra perspectiva sobre su país de origen, incluso afirma que hay algo puntual que terminó de entender recién estando lejos de Chequia.
“Desde que me mudé noto que muchos extranjeros que, por ejemplo, estudian dos años en República Checa no logran comunicarse en checo, y eso es en parte porque aprendieron de un libro de texto que no coincide del todo con el idioma real, y en parte ni siquiera tiene que ver con ellos sino con el hecho de que los checos no están acostumbrados a los extranjeros, como sí lo están los estadounidenses, por ejemplo”.
Para él, se trata de un círculo vicioso: los checos no están acostumbrados a hablar con extranjeros en checo, y no siempre tienen paciencia con los errores. Eso hace que los extranjeros sientan que no tienen el nivel adecuado para hablar y, a su vez, a los checos tal vez les sucede lo mismo con el inglés, que tal vez no usan tanto por falta de confianza, y eso termina generando algunos problemas en la comunicación. Según su opinión, una de las causas es que, desde hace algunas décadas, la mayoría de los extranjeros solo llegan unos días a Praga en calidad de turistas para ver el castillo, el puente y el reloj. Sin embargo, reconoce que últimamente la situación parece estar cambiando ya que cada vez más extranjeros llegan para estudiar o trabajar, lo cual favorece la formación de una comunidad internacional más importante. En todo caso, el podcast de Michal Horák constituye un antídoto importante contra los problemas de comunicación entre checos y extranjeros.