Casa de emigrantes rusos proclamada monumento histórico
La República Checa ya cuenta con el primer monumento de carácter político, proclamado tras la caída del régimen totalitario en 1989. Se trata de un edificio en el distrito de Praga 6 relacionado estrechamente con el trágico destino de los emigrantes rusos que buscaron refugio en la República Checa ante la persecución del régimen bolchevique en su país.
El Ministerio de Cultura checo llegó a la conclusión de que la casa con un auténtico oratorio ortodoxo es un importante monumento cultural, vinculado con la generación rusa que en 1917 había luchado contra los bolcheviques y después se vio obligada a huir de su Patria.
Según datos extraoficiales, a la República Checa llegaron en aquella época entre 40 y 50 mil emigrantes rusos. No obstante, años después la fortuna les había dado la espalda. En 1945, cuando en la República Checa llegaron al poder los comunistas, sufrieron duras persecuciones y fueron deportados a los campos de trabajo forzado en Siberia.
La decisión del Ministerio de Cultura es significativa. Hasta el momento, ningún edificio vinculado con la historia política moderna fue proclamado monumento histórico. Este título no fue otorgado ni siquiera a las casas relacionadas con la derrota del régimen totalitario en la República Checa en 1989. Los sucesos históricos son recordados sólo por placas conmemorativas.
Además de importancia histórica, el Ministerio de Cultura atribuyó al edificio también cualidades arquitectónicas. Según especialistas se trata de un excelente testimonio de la arquitectura de los años 20 del siglo pasado con elementos del clasicismo típico para el período de entreguerras.
Sin embargo, la postura del Ministerio de Cultura ha recibido críticas por parte de los propios protectores de los monumentos que advierten ante la creación de la categoría de "monumento político". Según ellos, la ideología no debería jugar ningún papel en el proceso de la elección de monumentos.