Cámara Baja rechaza elección directa del Presidente de la República
La Cámara Baja rechazó ayer martes la enmienda constitucional que suponía la elección directa del Presidente de la República. Ello significa que el sucesor de Václav Havel en el cargo presidencial será elegido en 2003 por el Parlamento y no directamente por los ciudadanos.
El 63 por ciento de los ciudadanos checos darían preferencia a la elección directa del jefe de Estado. No obstante, los diputados desean decidir también en adelante sobre quién ocupará en la República Checa el cargo de Presidente de la República. La Cámara de Diputados rechazó ayer martes en primera lectura la enmienda constitucional que estipulaba la elección directa del jefe de Estado. La enmienda que de haber sido aprobada supondría la modificación de mayor trascendencia en la Constitución de la República Checa, fue presentada por la opositora Coalición de los Cuatro Partidos.
Mientras que hasta el presente el Presidente de la República es elegido conjuntamente por la Cámara de Diputados y por el Senado, la formación opositora quería conceder este derecho a todos los ciudadanos checos mayores de 18 años. En tal caso, el Presidente sería elegido en dos vueltas, es decir, del mismo modo que son elegidos los senadores. El candidato podría ser propuesto por cualquier ciudadano o partido político que recogieran 20 mil firmas de apoyo.
Según la Coalición de los Cuatro Partidos, la elección directa reforzaría la posición del Presidente de la República aunque no se le añadieran nuevas competencias. Los autores de la enmienda alegaban también que la elección directa del jefe de Estado se realiza hoy en día en la mitad de los Estados europeos. Sus argumentos fueron rechazados por los diputados del Partido Cívico Democrático, del Partido Comunista de Bohemia y Moravia y por una parte de los legisladores socialdemócratas. Los críticos reprocharon a la enmienda el populismo y los elevados gastos que originaría la elección directa del Presidente.
El mandato del presidente Václav Havel concluye en enero de 2003. Todo indica, pues, que su sucesor será elegido por la Cámara Baja y el Senado.