Bubla, el lobo herido salvado gracias a la compasión de los checos

La historia de un joven lobo atropellado en una carretera de los Montes Metálicos ha cautivado a los checos, que enviaron unos 100.000 euros ya en los primeros días para costear las operaciones y el tratamiento que le han salvado la vida. 

A finales de septiembre apareció en los medios un caso llamativo: a un centro de salvamento de animales de la región de Karlovy Vary había llegado ni más ni menos que un lobo, un animal que solo recientemente ha reaparecido tímidamente en la naturaleza checa. El joven lobo había sido atropellado por un coche y debió de pasar demasiadas horas desatendido sin poder caminar. Unos recolectores de setas lo encontraron y se hicieron cargo de él. Las heridas y lesiones por todo el cuerpo eran graves, pero sobre todo en la cadera. Además, tenía la mandíbula fracturada y no podía levantarse tampoco con las patas delanteras.

Foto: Drosera Bublava

Los vídeos publicados en los medios del traslado del animal totalmente entregado a sus rescatadores y lo llamativo de su caso surtieron un efecto inmediato, reconoció para la Radio Checa Vilém Babič, del centro de salvamento de animales Drosera de la localidad de Bublava, muy cerca de la frontera alemana, donde fue llevado el lobo. 

“Gente maravillosa empezó a mandarnos de repente dinero por si sola. Todo lo vamos a dedicar a él, tanto para su convalecencia en nuestro centro como en el que esté luego, para que se encuentre lo mejor posible”.

Solo en los primeros días ya se reunieron casi 100.000 euros y el joven lobo pudo ser operado de su cadera en una clínica ortopédica de Praga. El pasado viernes fue trasladado de nuevo a otro centro de salvamento animal, esta vez en la localidad de Pavlovice, cerca de Vlašim, donde, convertido ya en un pequeño fenómeno mediático, recibió el nombre de Bubla y sigue recuperándose, dijo a la Radio Checa Alena Konvalinová, directora de la institución.   

Foto: Drosera Bublava

“Lo trajimos de la clínica de Praga el viernes, tres días después de la operación. Primero lo tuvimos en un espacio interior del edificio de cuidados intensivos. Mejoraba cada día. Al segundo día de estar aquí ya comía bien. Todavía tiene altos los leucocitos, tiene un proceso inflamatorio y toma antibióticos, pero sigue mejorando. Ya lo hemos trasladado a una jaula al aire libre”.

Fue sacado ya al exterior porque, según Konvalinová, aunque el lobo no reacciona ante las personas como lo haría un perro y observaba impasible tumbado cómo sus cuidadores entran y salen de su espacio, gracias a las grabaciones en vídeo por la noche, se sorprendieron y se divirtieron al ver cómo a esas horas nocturnas se levantaba y se ponía a cambiar de sitio muebles y objetos.

Ahora la pregunta que se hacen todos es qué futuro le espera a Bubla, pero aún es pronto para saberlo, asegura Konvalinová.

“No se sabe nada aún. No sabemos si tendrá alguna discapacidad permanente. Ahora está en tratamiento y rehabilitación y no se sabe si físicamente se podrá valer por sí mismo en la naturaleza o cómo de complejo sería el proceso para que entrara a formar parte de alguna manada. Son cosas que a día de hoy nadie puede saber”.

Lo que está claro es que la recuperación avanza mucho mejor de lo esperado, para alegría de todos los que se apiadaron de este animal salvaje tan poco común en las montañas checas.