El número de lobos en Chequia va creciendo, gracias a la abundancia de alimentos
En las zonas fronterizas de la República Checa se ven cada vez más lobos, sobre todo en el norte y en el sur del territorio. Se calcula que, en todo el país viven, actualmente unos 300 lobos, de acuerdo con la Agencia de Protección de la Naturaleza.
Hace unos 200 años los lobos desaparecieron por completo de Chequia, por lo que, al reaparecer el primer lobo en este país hace una década, los protectores de la naturaleza decidieron defender a esa especie animal. Mientras que en la vecina Eslovaquia está permitida, a partir de este año, la regulación de la cantidad de lobos en esos territorios, en Chequia se trata de un animal protegido por ley.
En la sierra de Šumava, en el sur de Bohemia, por ejemplo, viven actualmente unas ocho manadas de lobos que en total suman unos 40 animales. Una situación semejante se registra en la zona fronteriza al norte de Bohemia, pero en otros lugares de Chequia no hay tantos lobos, según dijo a la Radio Checa Jindřiška Jelínková, de la Agencia de Protección de la Naturaleza.
“Los primeros lobos que hace unos 10 años regresaron al territorio de la República Checa provenían de la zona fronteriza entre Alemania y Polonia, de la región de Lusacia. Allí vivían varias manadas de lobos a raíz de que Polonia impuso la protección de ese animal a nivel nacional. A partir de allí los lobos comenzaron a llegar también al territorio checo y a asentarse en las zonas fronterizas de este país, con extensos bosques y prados. Una excepción es Moravia del Sur, donde no hemos registrado una presencia permanente de lobos hasta el presente”.
De acuerdo con Jelínková, en el territorio checo viven actualmente unos 300 lobos en total, que conforman entre 30 y 40 manadas. Así lo demuestran, al menos, las fotografías que los protectores tuvieron la oportunidad de reunir gracias a unas cámaras trampa instaladas en las zonas fronterizas.
Para determinar de qué tipo de lobo se trata, la cantidad en un lugar determinado y si hay más machos o hembras, los biólogos utilizan los restos del pelaje de los animales y sus excrementos, según sostuvo para la Radio Checa el portavoz del Parque Nacional de Šumava, Jan Dvořák.
“En base a esas muestras podemos determinar en primer lugar la composición básica de la alimentación de los lobos, o sea, qué es lo que comen esos animales en la Sierra de Šumava. A su vez, el análisis genético nos revela el tipo de lobo que habita estos territorios, eventualmente el parentesco de los lobos dentro de una manada o dentro de un territorio determinado”.
El especialista acotó que, según los análisis científicos, en la Sierra de Šumava, por ejemplo, los lobos se alimentan sobre todo de corzos y jabalíes. En casos excepcionales cazan animales de granja o castores, lo que se debe a que, en los bosques de Šumava, viven también muchos castores, de acuerdo con el biólogo Aleš Vorel de la Universidad Checa de Agronomía.
“En esencia, esta tendencia es patente especialmente en Šumava, en otras partes del territorio checo los lobos buscan otro tipo de alimentación y los castores figuran en último lugar. Pero en otras zonas del mundo esta relación lobo-castor es mucho más evidente y el castor es el segundo o tercer animal cazado por los lobos. Por ejemplo, en Siberia y en el norte de Canadá los castores son una presa corriente para los lobos. Los castores representan allí una tercera parte de su alimentación”.
Los lobos tienen alimentos suficientes en la República Checa. El número de animales de caza en los bosques nacionales supera las cantidades deseadas, por lo que los lobos ayudan a solucionar ese problema. Los protectores de la naturaleza, junto con los biólogos de instituciones académicas confían en que, en el futuro, ese animal protegido por ley en Chequia podría ser el regulador fundamental de la cantidad de animales salvajes en los bosques fronterizos de este país y, con ello, de los ecosistemas. Afirman también que las manadas de lobos en la República Checa seguirán creciendo.
