Aviones checos en el desierto israelí

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El 1 de diciembre de 1947 fue firmado un acuerdo entre Checoslovaquia y la organización militar judía Haganah en el que Checoslovaquia se comprometió a apoyar en la ONU la división de Palestina y el establecimiento del Estado independiente de Israel. Los israelíes declararon su independencia el 14 de mayo de 1948. En la primavera de ese mismo año fue iniciada la operación "Confidencial-Israel", en el marco de la cual fueron entrenados en el territorio checo pilotos israelíes y se formó una brigada de voluntarios judíos.

Michal Burian
El primer ministro de RR.EE. checoslovaco tras la Segunda Guerra Mundial, Jan Masaryk, fue partidario del surgimiento del Estado independiente de Israel. Igualmente apoyaba las olas migratorias de Europa del Este hacia Palestina. Tras el golpe de Estado comunista en febrero de 1948 y la trágica muerte de Jan Masaryk, el nuevo ministro de RR.EE., Vlado Clementis, así como el presidente Klement Gottwald mantuvieron la misma política, aunque sus motivos fueron un tanto diferentes, según explica el historiador Michal Burian.

"El Partido Comunista Checoslovaco y los representantes de la Unión Soviética suponían que los emigrantes de origen judío de Europa del Este, en su mayoría de orientación izquierdista, crearían después del establecimiento del Estado independiente israelí un satélite soviético, que sería un aliado del bloque soviético contra la hegemonía británica en Oriente Próximo. Desde el año 1950, al manifestarse que la realidad era distinta, se produjo un cambio dramático en las relaciones de Checoslovaquia hacia Israel. Sin embargo, la ayuda militar, particularmente en los años 1948 y 1949, desempeñó un papel esencial en la historia de Israel".

Según documentos disponibles, Checoslovaquia proporcionó a las Fuerzas Armadas de Israel 50 aviones caza británicos Spitfire, 24 aviones caza checoslovacos Avia S-199, unos 2 500 lanzallamas, miles de ametralladoras, pistolas, rifles y otras armas portátiles, municiones etc. Los aviones caza checoslovacos Avia S-199 detuvieron un ataque egipcio a unos 35 kilómetros de Tel Aviv.

"Una veintena de los recién comprados aviones caza británicos Spitfire fueron trasladados de Checoslovaquia a Israel en el marco de la operación Velveta, incorporándose inmediatamente a los combates. Era una operación muy complicada y peligrosa, puesto que la ONU impuso un embargo al suministro de armas a Palestina. El traslado se realizaba a través de Yugoslavia que tenía un acuerdo con Israel para facilitar una vía abierta para el suministro de armas. Se procedía con máximo secreto. Al principio se aparentaba que se trataba de armas para Abisinia. Los agentes de los países árabes se empeñaban en descubrir estos envíos, pero cabe confesar que los soldados israelíes eran mucho más exitosos".

Marta Maron y Hugo Maron
Michal Burian precisó que en el marco de la operación "Confidencial-Israel" fueron entrenados en el territorio checo especialistas israelíes de carros de combate, paracaidistas, radiotelegrafistas y más de cien pilotos. Uno de ellos fue Hugo Maron, procedente de Praga y miembro de la familia judía Maisel.

"Nosotros no pensábamos permanecer en Israel. Fuimos a ayudar a construir un Estado, decididos volver dentro de seis meses. Pero luego sentimos que era necesario quedarnos".

En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, Hugo Maron y su hermano fueron incorporados al transporte organizado por el joven británico Nicholas Winton para salvar a niños judíos de Checoslovaquia ante el régimen nazi. A finales de la Guerra, Hugo Maron ingresó en el Ejército británico. No obstante, aprendió a pilotar en Olomouc, Moravia Central. En la Brigada judía de voluntarios, que se formaba desde mediados del año 1948 en la localidad de Strelná, conoció a su futura esposa Marta.

"Nos encontramos el 13 de octubre de 1948, que era el día de su cumpleaños y a la vez el inicio del Yom Kipur. Como en Olomouc no había una sinagoga fui a buscar a nuestro capitán Ocelka diciéndole que al día siguiente era el Yom Kipur, que no podíamos volar y que nos diera un camión para poder viajar a la sinagoga en Strelná".

La señora Marta Maron nació en el pueblo de Velký Sevlus en la Rusia Subcarpática, territorio que perteneció en la época de entreguerras a Checoslovaquia.

"Primero llegaron los húngaros, luego los ucranianos, y después los alemanes. En junio de 1944 nos trasladaron a un campo de concentración. Regresamos a casa mi madre, mi hermana y yo. Esperábamos a mi padre y a mi hermano, que no aparecieron. Mientras tanto los rusos cerraron la frontera. No sabíamos que Churchill, Stalin y Roosevelt habían acordado en Yalta que en caso de entrar en Praga los soldados rusos como primeros, la Unión Soviética recibiría esa parte de Checoslovaquia. La vida se volvió horrorosa, temíamos salir a la calle, por la noche nos tocaban a la puerta despertándonos. A finales de septiembre de 1946 decidimos huir. Cruzamos la frontera, pero nada más pisar tierra de nadie los soldados rusos empezaron a gritar: ¡Alto! Y empezaron a dispararnos. Mataron a mi madre, que tenía 39 años, y a mi cuñado, de 24 años. No lo sabíamos porque nos separamos en la fuga. Supimos que los habían matado un año después".

En Checoslovaquia Marta Maron fue reclutada en la Brigada judía que contó con más de tres mil voluntarios. Aprendió a manejar camiones y a principios de 1949 se trasladó a Israel.

"Inmediatamente después de bajar del barco, nos incorporaron al Ejército. Como estaba casada, permanecí en el Ejército sólo medio año. Luego tuve hijos ... Al principio no había allí nada. Yo tenía ocho libras-esterlinas y pensaba que era la chica más rica del mundo. Un amigo nos arregló una habitación en una casa árabe, debajo del techo, donde no había ni agua ni retrete. Poco a poco seguíamos adelante".

El comandante Alois Mutnanský, hoy de 85 años de edad, instruyó a los aspirantes a piloto en el centro de aviación de Olomouc en los años 1947 y 1948.

"El entrenamiento básico duró unos tres meses. Siguió un curso para aprender a pilotar un modelo superior de aviones que a su vez sirvió de preparación para pasar a los aviones de combate. Nosotros utilizábamos los aviones Arado ´heredados´ de los alemanes. Las aeronaves se renovaron y ajustaron para el entrenamiento de tiro y bombardeo, los vuelos nocturnos, etc. Después enviábamos a nuestros alumnos a Ceské Budejovice donde aprendían a manejar los Messerschmitt y Spitfire, con los que se trasladaban seguidamente a Israel".

El coronel Josef Prokopec, que sirvió tras la Segunda Guerra Mundial en la antigua Escuadra 312 en Ceské Budejovice, recuerda que los instructores disponían de tres semanas para preparar a los pilotos israelíes.

"Un día nos sorprendió que se reunieran en el aeropuerto muchos civiles. Los oficiales no sabíamos nada de ellos. Nos dijeron que los íbamos a entrenar. Eran chicos muy diestros, con una enorme voluntad y capaces de todo para poder sentarse al timón, incluso de mentir sobre su experiencia como piloto. Lo descubrimos al producirse el primer accidente de un Messerschmitt. El muchacho instruido nos dijo que había pasado dos mil horas en el aire. Al aterrizar, el avión dio un salto, el piloto aceleró y se fue saltando hacia un campo de patatas. Ello significó que no había pilotado aeronaves pesadas. Tenía experiencia sólo con los aviones ligeros en los que se prolonga con el acelerador el salto durante el aterrizaje. A partir de ese accidente primero examinábamos a cada aspirante".

Michal Burian, del Instituto de Historia Militar de Praga, señaló que en el entrenamiento en Checoslovaquia participó asimismo el séptimo presidente de Israel y antiguo jefe de las Fuerzas Aéreas israelíes, Ezer Weizman.

"Expresó que el subir por primera vez en Checoslovaquia a un avión caza, - debido a que el Ejército israelí no poseía ninguna aeronave de este tipo -, era para él algo como si a un sediento en un desierto le ofrecieran champán en vez de agua".


Una exposición sobre la operación "Confidencial - Israel" estará instalada hasta octubre en el Instituto de Historia Militar de Praga.