Aumenta la violencia doméstica durante las restricciones contra el coronavirus
Las ONG checas advierten que las medidas de protección por el coronavirus están agravando la situación de miles de víctimas de violencia doméstica que ahora permanecen encerradas con sus abusadores.
Las medidas gubernamentales han obligado a millones de personas a quedarse en sus casas. Las víctimas de violencia doméstica se encuentran así aisladas con sus abusadores hasta 24 horas al día. La situación actual es extraordinaria y el aislamiento y las preocupaciones existenciales que conlleva causa que se acumule el estrés. Los psicólogos indican que, al combinarse con el alcohol, surge una mezcla peligrosa que puede ocasionar que los casos de violencia aumenten.
Según Zdenka Prokopová de la organización no gubernamental (ONG) Rosa, que ayuda a las víctimas de violencia de género y a sus hijos, el estrés puede causar que muchas personas pierdan el control.“Las circunstancias son extremas y difíciles incluso para familias en las que la violencia doméstica normalmente es un problema. Para algunos es más difícil lidiar con el estrés y las restricciones, y esto puede provocar violencia incluso en relaciones saludables”.
La experiencia de otros países como China o Francia sugiere que la inquietud está justificada: se ha registrado un crecimiento del 30% en los casos de violencia doméstica durante el confinamiento. Chequia de momento no cuenta con estadísticas nacionales, pero el número de personas que necesitan ayuda está creciendo. En comparación con marzo del año pasado, la ONG Rosa, por ejemplo, ha atendido el doble de llamadas. Desde el comienzo de la crisis, en promedio, un abusador al día ha sido expulsado de su casa. Antes de la crisis solían ser entre 12 y 15 al mes.
Petra Vitoušová, de la ONG Círculo Blanco de Seguridad (Bílý Kruh Bezpečí), cree que muchas de las víctimas no están pidiendo ayuda y el alcance total del problema saldrá a la luz una vez que termine la crisis del coronavirus.“Creo que muchas víctimas no han pedido ayuda porque piensan que las instituciones están paralizadas por la crisis y que problemas como los suyos no están siendo atendidos. Pero no es verdad. La Policía sigue ejerciendo su función. A pesar del estado de emergencia, las leyes del país siguen vigentes, la policía está expulsando a los abusadores de sus casas e incluso está preparada para casos en los que el abusador esté en cuarentena o contagiado por COVID-19”.
Helena Válková, comisionada del Gobierno para los derechos humanos, prevé un aumento en el número de casos de violencia doméstica y advierte que las víctimas necesitarán un lugar a donde ir una vez que termine la crisis y empiecen a reportar el abuso.
“Tras una situación extraordinaria como esta, siempre se produce un recrudecimiento, las víctimas empiezan a denunciar casos de violencia en la familia. Estas víctimas, cuando la situación termina, buscan casas de acogida”.
Las víctimas de violencia doméstica pueden contactar a diferentes organizaciones, ya sea por teléfono o por chat, por ejemplo. También pueden descargar la aplicación móvil Bright Sky, en checo o en inglés, donde se pueden encontrar consejos y contactos importantes. La aplicación permite también guardar fotografías de manera segura y comunicarse con la Policía.