Aumenta el número de personas que estudian checo en el extranjero
Cada vez más personas estudian checo en el extranjero. Si bien no se trata de un asunto masivo, las cifras indican una tendencia ascendente que plenamente ha justificado la tercera convocatoria del premio Susanna Roth para jóvenes traductores.
Con el propósito de fomentar el estudio del idioma checo en el extranjero fue creado el premio Susanna Roth, que lleva el nombre de la traductora suiza y gran promotora de la cultura checa a nivel internacional.
De acuerdo con Viktor Debnár, uno de los coordinadores del premio, el éxito de éste se debe al interés que prestan varias instituciones checas.
“Esto responde al buen trabajo de los directores de los Centros Checos. El auge de las clases de idioma checo en el extranjero se debe, sin duda, a la red de Centros Checos promovidos por el Ministerio de RR.EE.”
Por su parte, Radim Kopáč del Ministerio de Cultura confirmó que las traducciones y publicación de obras de autores checos en el extranjero disfrutan de cierta estabilidad.
“Anualmente se publican entre 180 y 220 traducciones de libros de autores checos. No se trata únicamente de escritores modernos, de después de la Revolución de Terciopelo de 1989, se encuentran entre ellos autores de obras más antiguas”.Este año fueron invitados a Chequia trece jóvenes traductores extranjeros. Según comentó Viktor Debnár se trata de una actividad de gran beneficio para todos.
“El viaje a Chequia ofrece grandes aportes. Los traductores se conocen mutuamente, y lo más importante es que pueden debatir con muchos de los escritores que ellos mismos tradujeron”.
En la edición de este año del premio Susanna Roth participaron 134 traductores de 12 países. Tuvieron la tarea de traducir un fragmento del libro “Do Tmy” de la escritora Anna Bolavá, ganadora de Magnesia Litera, el premio literario checo por excelencia.
Convertirse en especialista o traductor de la literatura checa trae consigo una serie de elementos tal vez repetitivos, pero siempre fascinantes, según explicó Viktor Debnár.
“Debo decir que los caminos que conducen a la traducción de la literatura checa son muy variopintos. Puede tratarse de personas bilingües, por ejemplo uno de los padres es checo. Muchas veces es resultado de la lectura de una traducción de un libro checo que les cautiva, y muy frecuentemente se debe a un viaje a Chequia”.En comparación con el año 2014, el número de personas que estudian checo en el extranjero ascendió a 2300 alumnos en 2015, esto quiere decir unos 200 estudiantes más. A pesar de no ser muy intenso, todo demuestra que el interés por la lengua de Jaroslav Hašek gana terreno en el mundo.