Arqueólogos estudian los restos del puente de Judith del siglo XII
A orillas del río Moldava en Praga, es posible encontrarse en estos días con un grupo de buceadores. Estos ayudan a los arqueólogos en el estudio de los cimientos del puente de Judith, antecesor del Puente de Carlos.
Los arqueólogos iniciaron nuevas investigaciones para revelar más detalles de la historia del puente románico de Judith, del siglo XII, que en su época fue una de las obras de construcción más asombrosas de la región.
De la obra original se conservó la torre de Judith, situada en uno de los extremos del Puente de Carlos, en el Barrio Pequeño (Malá Strana), y los cimientos, que se encuentran en el fondo del río Moldava, en ambos lados. Por ello los arqueólogos cooperan en el trabajo estrechamente con los buceadores.Del puente de Judith se ha conservado también su primer arco, que se encuentra junto al monasterio de los Cruzados de la Estrella Roja, en la margen del río donde se extiende la llamada Ciudad Vieja de Praga (Staré Město). Junto a este arco, y en las inmediaciones del Puente de Carlos, hay un desembarcadero de barcos de turismo.
El estudio que se realiza actualmente enlaza con otros anteriores, efectuados en enero de 2014 y en febrero de 2016, cuando se logró descubrir el lugar exacto de la ubicación de los fundamentos del puente de Judith.
Las investigaciones son bastante exigentes y, debido a la mala visibilidad debajo del agua, sobre todo en verano cuando por el río navegan muchos barcos, se hacen durante la temporada invernal. De acuerdo con la arqueóloga Barbora Machová, el sondeo requiere el aprovechamiento de materiales especiales.
”Aquí tenemos un tipo de papel especial que es resistente al agua, por lo que podemos sumergirnos con él en el río Moldava. En este papel podemos dibujar y hacer apuntes de lo que necesitemos debajo del agua”.
Machová indicó que, no obstante, el fondo del río está cubierto de una capa bastante espesa de barro, lo que dificulta la búsqueda de los restos del puente de Judith y de otras construcciones que pudieran ser descubiertas en el lugar.
Además, hay que tener cuidado con los barcos que navegan por el río, aunque sean pocos, según dijo a la Televisión Checa uno de los buceadores, y explicó lo que cabe hacer a modo de prevención.
”Lo importante es instalar en el lugar donde nos vayamos a sumergir una boya de buceo, que debería llevar además un banderín. Esta es una manera de cómo advertir a los barcos que no vayan a navegar por ese sitio, porque allí se bucea”.El puente románico de piedra, denominado puente de Judith, unió en el siglo XII las dos orillas del río Moldava en Praga. Las obras de construcción comenzaron en 1158 y concluyeron en 1172. Fue el primer puente de piedra sobre el río Moldava, ya que hasta entonces sus dos lados los comunicaban unas pasarelas de madera. El puente de Judith tenía más de medio kilómetro de longitud, doce columnas, veintidós arcos y tres torres. En lo que respecta a su altura, los historiadores sostienen que era más alto que su sucesor, el Puente de Carlos.
La obra original recibió el nombre de la segunda esposa del rey checo Vladislao II, Judith, que en 1158 se convirtió en la segunda reina de las Tierras Checas. En 1342 el puente de Judith fue derrumbado por unas fuertes inundaciones y en su lugar fue construido en el siglo XIV otro, también de piedra, el Puente de Carlos, que hasta el presente es uno de los mayores atractivos de la capital checa.