Arqueólogos checos ayudan a aportar nuevos datos sobre el origen de la hepatitis B

La labor de un grupo de arqueólogos checos resultó decisiva para conocer nuevos datos acerca del origen de la hepatitis B (VHB). El estudio, publicado por la revista Science, fue liderado por la Sociedad Max Planck.

Un nuevo estudio publicado por la revista científica Science aportó nuevos datos acerca de la Hepatitis B (VHB). Los resultados muestran que las variantes modernas del virus procederían de una misma cepa original y que esta comenzó a afectar a los humanos antes de lo que se creía.

Un equipo de arqueólogos checos recolectó varias muestras de restos humanos prehistóricos y de su análisis nacieron los resultados de este estudio del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana. El estudio ha arrojado datos sorprendentes y desconocidos.

Michal Ernée | Foto: Youtube / Akademie věd ČR

Todos los genotipos conocidos del VHB procederían de una misma versión, la cual comenzó a infectar a los primeros pueblos americanos y a sus parientes euroasiáticos. Además, se cree que el virus estaba ya presente en buena parte de Europa desde hace 10 000 años. El estudio concluye que la hepatitis comenzó a afectar a la humanidad mucho antes que la mayoría de patógenos modernos.

Uno de los arqueólogos involucrados en el proyecto, Michal Ernée, del Instituto de Arqueología de la Academia Checa de Ciencias, habló sobre los resultados de la investigación.

“Esta información se basa en las pruebas de detección de cientos de esqueletos cuyo ADN prehistórico se está estudiando. Es un descubrimiento fascinante, porque es bastante difícil rastrear el origen de una enfermedad, algo que también podemos ver hoy con el coronavirus. Fue posible rastrear el pariente común más cercano de todas las cepas modernas de hepatitis B. Estamos hablando de entre 10 000 y 20 000 años atrás”.

Chequia y su territorio evidencian ser una gran fuente para la recogida y el análisis de restos humanos prehistóricos, opina Ernée.

Michal Ernée | Foto: Youtube / Akademie věd ČR

“La ventaja que tienen las tierras checas es la ubicación de la región en el centro de Europa y el hecho de que es un área que albergó varias culturas prehistóricas diferentes. Estas culturas son relevantes también para otras regiones de Europa. Los arqueólogos tienden a diferenciar las culturas que prevalecen en Europa occidental, oriental o septentrional. Sin embargo, casi siempre diseccionan en esta región. Eso significa que las muestras que recolectamos son útiles para un área mucho más grande de lo que normalmente es el caso. Otra ventaja es que tenemos muchos restos óseos aquí. Otras culturas quemaron a sus muertos, en lugar de enterrarlos, lo que hace que la recolección de muestras de ADN sea imposible”.

Este estudio no es el primer ejemplo de colaboración exitosa entre el Instituto de Arqueología y el Instituto Max Planck. A principios de este año, expertos checos y alemanes afirmaron haber analizado muestras de ADN que evidenciaban la existencia de, al menos, tres olas migratorias desconocidas. Estas tuvieron lugar en Bohemia en tiempos prehistóricos.

Incluso en la actualidad, existen investigaciones en fase de desarrollo y que verán la luz próximamente. Por ejemplo, una que se ocupa de analizar las relaciones familiares entre una comunidad específica de la Edad del Bronce temprano que está enterrada en una necrópolis cerca de Mikulovice, en la región de Pardubice.