Arqueólogos aéreos descubren tumba de padre mítico de los checos

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La arqueología aérea pudo empezar a desarrollarse en la República Checa sólo después de la caída del telón de acero. Los logros de este novedoso método científico se presentan en una exposición en el Museo Nacional titulada "Vuelos hacia el pasado".

Hace 15 años el Instituto Arqueológico de la Academia de Ciencias Checa compró el primer avión Cessna e inició una investigación sistemática del paisaje. La exposición en el Museo Nacional debe aproximar al público, mediante imágenes, proyecciones y objetos tridimensionales, esta rama moderna de la arqueología, que sigue siendo poco conocida en el país, explica el doctor Martin Gojda, de la Universidad de Bohemia Occidental de Pilsen.

"La arqueología aérea representa una investigación arqueológica no destructiva. Ello significa que no está basada en las excavaciones, sino en la detección, el registro, la documentación y ante todo el aprovechamiento de las fuentes arqueológicas bajo la superficie, o eventualmente sobre el terreno, sin excavar la tierra".

Desde una altura de unos 300 a 400 metros, los arqueólogos aéreos checos exploran, por ejemplo, terrazas de los grandes ríos checos como el Elba, Jizera, Cidlina y Ohre. Se trata de localidades donde se supone la presencia de yacimientos arqueológicos o fenómenos naturales, como meandros desaparecidos, que testimonian la existencia de la población en los tiempos remotos. La arqueología aérea descubrió la tumba del mítico padre de la nación checa, Cech, que según la leyenda se asentó con su tribu en los alrededores de la colina Ríp, en Bohemia del Norte.

"El año pasado encontramos su sepulcro en el distrito de la aldea de Ctineves, considerada desde la Edad Media como el lugar donde fue enterrado el padre Cech. La tumba está en el sitio donde la localizaron el humanista Bohuslav Balbín y otros eruditos checos del siglo XVII y XVIII. Está claro que se trata de restos de un túmulo de la Prehistoria, aunque no sabemos todavía con exactitud de qué período procede, si de la edad de Piedra o ya de la edad del Hierro", precisa Martin Gojda.

La exposición "Vuelos hacia el pasado" permanecerá en el Museo Nacional, en Praga, hasta el 13 de enero de 2008. La exhibición forma parte del proyecto internacional "Paisajes europeos: Pasado, presente y futuro" que documenta los rasgos comunes y particulares de los paisajes de Europa.