Aplausos y abucheos a Václav Klaus durante su discurso frente al Parlamento Europeo
El discurso del presidente de la República Checa, Václav Klaus, ante el Parlamento Europeo no decepcionó. Klaus, conocido por su posición fuertemente crítica con la Unión, cuestionó duramente las instituciones europeas, levantando ampollas y provocando tanto abucheos como aplausos.
El presidente checo consideró el Parlamento Europeo como un ámbito de decisiones inadecuado para los asuntos de los ciudadanos, negó la existencia de un pueblo europeo y afirmó que la República Checa se encontraba en la Unión porque no tenía más remedio. Además, desconfió de la moneda única y advirtió que el proceso de integración europea pondría en peligro todo lo positivo que Europa ha conseguido hasta el momento.
Aunque quizás su declaración más polémica fue la que comparaba la Unión Europea con los regímenes comunistas, al considerar que no se admite disensión con los principios europeístas.
“En nuestra parte de Europa hace poco vivíamos en un sistema político en el que no estaba permitida ninguna alternativa política, y en el que no existía ninguna oposición parlamentaria. Tenemos pues la amarga experiencia de que allí donde no hay oposición se pierde la libertad”, criticó.
Al concluir la intervención de Klaus, el presidente del Parlamento Europeo, Hans Gert Pöttering, espetó al presidente checo que seguramente en una cámara del pasado no habría podido pronunciar ese discurso.En la República Checa las palabras de Klaus ha provocado reacciones diversas. El primer ministro, Mirek Topolánek, se distanció y subrayó la autonomía del presidente a la hora de dar opiniones.
“El presidente Klaus a nivel parlamentario tiene derecho a decir su propia opinión. Y el que oiga sus opiniones no tiene por qué coincidir con ellas, pueden ser diferentes a las mías y a las de cualquier miembro de mi partido en este país”, comentó Topolánek.
Algunos miembros del Partido Cívico Democrático, la principal formación política de la coalición gubernamental, apoyaron al presidente, como es el caso del diputado Vlastimil Tlustý.“El presidente Klaus dijo claramente que la Unión Europea tiene que abrir la discusión sobre qué tipo de integración llevar a cabo y qué concepto de Europa es competitivo y cuál no. Es evidente que entre líneas dejó claro que no se trata precisamente de lo que representa el Tratado de Lisboa”, declaró Tlustý.
Al final del discurso, Klaus se mostró satisfecho y alabó la atmósfera conseguida. Declaró que el peor resultado habría sido el silencio y que no le sorprendía que algunos no fueran capaces de escucharle, en referencia a los eurodiputados que se marcharon en señal de protesta.