Aguas revueltas en la Televisión Checa
El consejo de administración de la Televisión Checa se encuentra desde este viernes sin presidente ni vicepresidente después de que ambos presentaran su dimisión. Culmina así una semana que ha visto protestas callejeras en defensa de la independencia de la televisión pública y críticas de parcialidad al canal vertidas por el presidente de la República, Miloš Zeman, que pide la dimisión de su director.
El comité de control de la Televisión Checa fue destituido de repente y sin previo aviso por el consejo de administración la pasada semana. Una decisión criticada por muchos, ya que este comité es necesario para aprobar el presupuesto de la televisión pública para 2021 y cerrar el de este año turbulento de reajustes por culpa del coronavirus, dejando así al canal en una situación de incertidumbre.
“Es el inicio de un golpe a la Televisión Checa”, denunció Zdeněk Šarapatka, uno de los pocos miembros del consejo de administración que votó en contra de la destitución, alegando que no se habían expuesto los motivos para tal decisión.
Uno de los vicepresidentes del consejo, Pavel Matocha, sí posteó en internet que la destitución se debía al “prolongado descontento con el trabajo del comité de control, que culminó con su gestión de la compra de un terreno junto al estudio de Ostrava de la Televisión Checa por encima de su precio sin haber realizado un estudio económico”.
Sin embargo, el senador por el partido Alcaldes e Independientes David Smoljak, explicó a la Radio Checa que la decisión del consejo no se aviene a las leyes del ente público.
“Invitamos a dos abogados, a la doctora Marvanová, que fue una de las autoras de la ley de la Televisión Checa, y al doctor Kučera, que lleva muchos años dedicado a esta cuestión. Ambos coincidieron de forma unánime en que la destitución del comité de control incumplió la ley de la Televisión Checa, ya que, por un lado esta ley no permite sustituir al órgano al completo, y por otro, no fueron expuestos los motivos legales de la decisión”.
Smoljak considera que las decisiones del consejo no son transparentes ni justificadas desde hace tiempo. El martes se produjo una manifestación a las puertas de la Televisión Checa a favor de su independencia y en contra de la decisión del Consejo de Administración. En ese acto, el propio Smoljak declaró que “en el consejo de administración de la Televisión Checa han llegado unas personas elegidas por el Parlamento cuya única cualificación es su lealtad desmedida a políticos y partidos y no esconden su animadversión a los medios de comunicación del servicio público y a la necesidad de mantener la independencia de los medios del poder político”.
Un día después de la protesta, era el presidente del órgano, René Kühn, quien presentaba su dimisión a partir de este viernes. Ni siquiera había sido informado con antelación de la destitución del comité de control y considera que su mandato es muy débil dada la composición del consejo, afirmó a la Radio Checa.
“El presidente del consejo de administración es una especie de portavoz de este importante órgano de cara al público. Desde el mismo momento en que su opinión difiere de la mayoría de sus miembros, no puede representar adecuadamente su opinión mayoritaria. En cierto modo, creo que es un sinsentido la situación actual”.
Poco después ese mismo día, también presentó su dimisión el vicepresidente del consejo de administración, que, a pesar del momento elegido para ello, se distanció de la actualidad del órgano en sus declaraciones a la Radio Checa.
“No quiero presentar mi dimisión como si fuera una especie de protesta a priori. He estado en la dirección mucho tiempo y sencillamente estoy agotado”.
Desde la elección de los nuevos miembros del consejo de administración por parte del Parlamento la pasada primavera, varios de ellos han hecho ver su inconformidad con algunos de los programas o periodistas de la formación actual de la Televisión Checa. Posturas que concuerdan con las críticas que habitualmente vierte al ente público el primer ministro, Andrej Babiš, el líder del partido Libertad y Democracia Directa, Tomio Okamura, así como el presidente de la República Checa, Miloš Zeman. Este último ha querido intervenir también en plena polémica para pedir la dimisión asimismo del director de la Televisión Checa, Petr Dvořák. Según Zeman, “la Televisión Checa forma parte de la oposición, no es una televisión pública equilibrada, objetiva e imparcial”.
El aludido director del ente público reaccionó en declaraciones a la Agencia de Noticias Checa: “No me atormenta lo que el señor presidente piense de mí. No es algo que haya dicho por primera vez y seguro que no será la última. Lo que sí me molesta es que se afane en socavar la confianza en la Televisión Checa, que es muy alta, un 74%, mientras que en el presidente confía un 46% de la ciudadanía, según el Centro para la Investigación de la Opinión Pública”, dijo Petr Dvořák.
Volviendo a la cuestión de la compra de la parcela en Ostrava, que fue el motivo desencadenante de todo el maremoto en la Televisión Checa de los últimos días, el consejo de administración finalmente aprobó el miércoles su adquisición en los términos aprobados por la comisión de control, una vez que ya estaba destituida.