A Chequia se le escapa la victoria en el último minuto frente a España
La República Checa mostró la mejor versión de sí misma y a punto estuvo de llevarse la victoria frente a una España algo despistada en la segunda jornada de la Nations League de la UEFA. Jan Kuchta volvió a brillar ante su público del Sinobo Stadium de Praga.
Cinco minutos le sobraron a Chequia para conseguir la segunda victoria en los dos partidos que lleva en la máxima categoría de la Nations League. Los checos salieron al terreno de juego llenos de motivación ante su público, muy concentrados y con las ideas muy claras del partido que querían hacer contra la peligrosa España de Luis Enrique.
En el tercer minuto ya dieron clara muestra de ello. La buena sintonía que mostraron Coufal y Kuchta contra Suiza volvió a dar sus frutos. Los dos vieron los huecos que dejaba la defensa española y Coufal puso un balón largo al jugador del Slavia desmarcado, que corrió solo hasta al área acompañado por un Pešek que cuando recibió el balón ya solo tenía que empujarlo a las redes. El 1:0 salió de una situación que habían previsto, contó Kuchta a la Televisión Checa en las entrevistas tras el partido.
“Los entrenadores nos enseñaron en vídeo qué teníamos que hacer contra España. Creo que les sorprendimos porque fue justo al principio y fue una bonita acción. Recibí un buen balón de Coufal y Pešek siempre estuvo en el lugar para que yo se lo pusiera en bandeja”.
O dicho de otra manera, “los checos estaban mejor preparados para jugar contra nosotros que nosotros contra ellos”, tal y como resumió el partido el autor del gol del empate final, el jugador del Athletic de Bilbao Íñigo Martínez.
El planteamiento checo estaba claro: formar un sólido bloque defensivo que no dejara internarse en el área a los españoles con su juego de toque y probar suerte con ataques rápidos y verticales. La solidez de la defensa checa también contaba con una contundencia en el uno a uno a la que también reaccionó la selección española. El árbitro francés François Letexier se mostró reacio incluso a pitar falta en acciones de dureza y las tarjetas amarillas se las guardó hasta la segunda mitad, lo que resultó en un partido algo bronco por momentos. Quienes más lo sufrieron fueron los checos, que vieron cómo en el minuto 24 tenía que abandonar el campo Jaroslav Zelený conmocionado después de una mala caída luchando por un balón aéreo con Gavi. En su lugar salió el centrocampista del Getafe Jakub Jankto, que en el 41 se llevó un rodillazo de Sarabia en la parte baja del fémur que lo dejó con tremendos gestos de dolor. Y aquí llegó uno de los momentos clave del partido, ya que a pesar de que el médico de la selección hizo el gesto inequívoco al banquillo de que el jugador tenía que ser sustituido, el entrenador Šilhavý tomó la arriesgada decisión de no realizar el cambio hasta el descanso para no agotar la segunda ventana de sustituciones ya en la primera parte. Con los cuatro de añadido, se trataba de jugar con diez durante cinco o seis minutos. Y fue entonces cuando Gavi, precisamente desde el lugar donde debía haber estado Jankto, aprovechó para marcar de un buen zurdazo al segundo palo.
Para muchos se trata de un error garrafal de Jaroslav Šilhavý, pero el seleccionador checo defiende que no tenía otra opción.
“Teníamos que tomar una decisión y tomamos esa porque de haber hecho el cambio habríamos agotado la segunda ventana y para la segunda parte solo nos quedaría una para cambiar a tres jugadores de una vez. Si luego en el minuto 60 se lesiona el portero u otro jugador, pues habríamos estado media hora con diez. Lo consultamos con los jugadores y tomamos el riesgo. Pero creo que tampoco podíamos hacerlo de otra manera”.
El gol es histórico para la selección española, ya que Gavi, que fue de nuevo el mejor de su equipo, se convirtió en el goleador más joven de España con 17 años y 304 días, justo una semana menos que su compañero en el Barcelona Ansu Fati cuando marcó frente a Ucrania en 2020.
Para Chequia fue un jarro de agua de fría antes del descanso. En la segunda mitad era evidente el cansancio en los jugadores checos tras el gran despliegue físico que requiere una defensa como la que habían hecho frente a España en la primera mitad. Sin embargo, España siguió dominando el balón pero sin tantas posibilidades de adentrarse en el área, lo que demostraba que los checos seguían haciendo bien su trabajo. Aunque Vaclík, de nuevo firme en la portería, empezó a tomar más protagonismo porque España aumentaba su presión. Las ocasiones para Chequia volvieron a llegar, y siempre con la misma fórmula: balones largos hacia Kuchta, siempre atento y veloz. En el minuto 53 uno de sus desmarques frente a Unai Simón terminó con la pelota pasando a centímetros del poste. Los palos también rechazaron varios disparos españoles.
Pero en el minuto 64 se volvía a adelantar a Chequia. Esta vez fue Václav Černý quien desde su propio campo dejó solo a Kuchta con un balón al pie. Este corrió de nuevo hacia Simón, a quien batió con una perfecta vaselina que volvió loca a la grada.
A partir de ahí, se trataba de aguantar el marcador por media hora más. Pero cuando más parecía que lo iban a lograr, llegó el cabezazo de Íñigo Martínez a la cruceta, que pareció que botó en la línea y salío escupido hacia fuera, pero que las imágenes demostraron que había botado dentro.
Finalmente, como resumió Šilhavý, “que estemos decepcionados con un empate frente a España, lo dice todo”. Efectivamente, la decepción era palpable en el conjunto checo porque se había escapado la victoria frente a España en el último suspiro, pero también la satisfacción del trabajo tan serio que está haciendo esta selección con la que nadie contaba. Así lo expresó a la Televisión Checa el héroe checo de la semana, el eslavista Jan Kuchta.
“Estamos en el mejor grupo y estos equipos tienen una calidad enorme, estos jugadores juegan en grandes clubes europeos. Para nosotros es la recompensa por haber llegado hasta aquí y cada partido lo jugamos al límite de nuestras posibilidades. Si no lo hiciéramos perderíamos los partidos, pero hoy hemos demostrado de nuevo que podemos jugar contra equipos así”.
Chequia es la única de las cuatro selecciones de su grupo que no jugará el mundial de Catar este otoño, por lo que estos partidos de la Nations League tienen un importante valor como reivindicación. Ahora los checos parten para la península ibérica, donde se jugarán este jueves en Lisboa el liderato del grupo frente a Portugal, que arrolló a Suiza con un 4:0 y ahora suma cuatro puntos, como Chequia. Y el domingo se medirá en Málaga de nuevo a España, antes de que ya sí, empiecen las vacaciones para todos los seleccionados por sus países.