70 000 personas se manifiestan contra el Gobierno y la reacción de Fiala incomoda incluso en su partido
Una multitudinaria manifestación ocupó buena parte de la plaza Venceslao de Praga para pedir la dimisión del Gobierno por su gestión de la crisis o su apoyo a Ucrania, entre otros argumentos. El primer ministro, Petr Fiala, acusó a los organizadores de defender posturas prorrusas y aprovecharse del miedo de la gente, agitando un poco más los ánimos.
A muchos en Praga sorprendió la manifestación bajo el lema “Chequia primero” de este sábado contra el Gobierno, al que pidieron su dimisión de forma contundente unas 70 000 personas, según la Policía. Convocada por organizaciones, partidos de extrema derecha en la oposición y ciudadanos sin afiliación, la Plaza Venceslao se llenó de banderas checas, descontento y pancartas contra la UE, la OTAN, el primer ministro Fiala, el pacto verde europeo o las sanciones a Rusia.
Entre los oradores, se encontraban, por ejemplo, la presidenta del movimiento Tricolor, Zuzana Majerová, que acusó al Gobierno de Fiala de ser “de Bruselas o ucraniano, pero seguro que no checo”, o el polémico exdiputado Lubomír Volný, que precisamente tenía un juicio este lunes en Praga al que no ha acudido aduciendo problemas de salud. Volný se enfrenta a hasta dos años de cárcel por difundir por redes sociales en lo peor de la pandemia que un medicamento usado contra el coronavirus, el Ivermektin, está pensado en realidad para matar a la población.
También teorías conspiratorias se escucharon en la plaza Venceslao este sábado o críticas a las políticas de igualdad de género o los matrimonios del mismo sexo, pero ante todo, se habló de los precios de la energía.
Uno de los organizadores, Ladislav Vrábel, aseguró a la Televisión Checa que ellos conocen la solución.
“Queremos que nuestros expertos reciban el encargo de este Gobierno saliente para que puedan realizar contratos a corto plazo hasta finales de año. Nosotros sabemos hacer barata la electricidad, sabemos asegurar el suministro de gas y sabemos hacer que el gas sea barato”.
Entre los sorprendidos por lo multitudinario de la convocatoria, puede que se encontrara el propio primer ministro, Petr Fiala, que acusó a los organizadores de defender posturas prorrusas.
“Todo lo intentan usar en su beneficio político, pero no presentan ninguna receta y estos eslóganes y la interpretación de los hechos que apuntan a posturas prorrusas que, en mi opinión, no se corresponden con los intereses de la República Checa y nuestros ciudadanos”.
Fiala agregó que está claro que en Chequia hay campañas de desinformación pero que todo el mundo tiene derecho a manifestar su opinión y protestar.
Las declaraciones de Fiala, sin embargo, provocaron descontento incluso en sus mismas filas. El gobernador de Bohemia del Sur, Martin Kuba, también del Partido Cívico Democrático (ODS) como Fiala, las calificó de desafortunadas. En el canal de televisión CNN Prima News, opinó que “el Gobierno no debería subestimar el miedo de la gente por la crisis energética y el encarecimiento generalizado, sino que debería darles la seguridad de que tomará las riendas de la situación. “Hay que pensar en qué lleva a la gente a la manifestación, y si el Gobierno lo ignora, puede surgir un problema”, comentó Kuba. Otro de sus compañeros de partido, el ministro de Justicia, Pavel Blažek, pidió en Twitter respeto para los manifestantes: “Hace un año a un evento así habrían acudido mil personas. No creo que los otros 69 000 sean fanáticos seguidores de Putin. Son gente con miedo al futuro. Tomémoslos en serio”, escribió.
Otros políticos de la oposición, como la vicepresidenta de la Cámara Baja, Jana Mračková Vildumetzová, del movimiento ANO, pero también de la propia coalición de Gobierno, representantes de formaciones como Alcaldes e Independientes (STAN) o el Partido Pirata, se expresaron de manera parecida a Kuba, declarando su apoyo y comprensión a los manifestantes por la situación actual, a pesar de no compartir sus argumentos.
Activistas prorrusos sobre el escenario
Pero, eso sí, ni Kuba ni los demás políticos de la coalición gubernamental cuestionan que los organizadores realmente están propagando desinformación prorrusa. Algo que defendió también en la Radio Checa el analista Roman Máca, del Instituto de Política y Seguridad, refiriéndose, por ejemplo, a una de las personas que se pudo ver sobre el escenario en la Plaza Venceslao, Žarko Jovanovič.
“Es una figura destacada de la escena prorrusa en la República Checa. De sí mismo dice solo que es un patriota, pero no dice que trabaja a escondidas para la televisión del Ejército ruso o para el programa de propaganda principal del canal de televisión estatal ruso Rossiya”.
Según dijo Máca en la Radio Checa, “sobre el escenario se juntó una mezcla de conspiradores, antivacunas y comunistas, entre otros”.
En entrevista también para la Radio Checa, el politólogo Jan Charvát, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Carolina de Praga, buscó una explicación a la multitudinaria respuesta popular que tuvo la convocatoria: “La gente tiene la sensación de que el Gobierno no se ocupa de ellos y siente que nadie los escucha. Los únicos que se fijan en ellos, que ofrecen algún tipo de solución, son precisamente estos grupos. Pero no creo que todos estos manifestantes sean completamente conscientes de por qué se manifiestan o qué es lo que están apoyando. Ninguno se imaginaba que su asistencia sería usada por la parte rusa”, dijo Charvát.
Según informa la Radio Checa, efectivamente, decenas de medios de comunicación rusos, incluidas las agencias de noticias TASS o Ria Novosti, dieron amplia cobertura a la protesta.
La manifestación del pasado sábado está dando mucho que hablar, pero los organizadores prometieron que si el Gobierno no satisface su petición de dimisión antes del 25 de septiembre, convocarán nuevos actos para aumentar la presión.