Velocidad máxima permitida
Un dolor de cabeza y un alivio. Son las sensaciones que provocan en la población las nuevas reglas de tránsito vigentes en la República Checa. Mientras unos aplauden la rigidez de las normas, otros sostienen que se trata de medidas demasiado severas.
Las nuevas reglas de tránsito entraron en vigencia el primero de julio, o sea que ya han pasado dos fines de semana, días en los que frecuentemente hay más accidentes de tránsito.
Las estadísticas de la policía indican una reducción significativa. Mientras que el año pasado, en esta misma fecha, se registraron 1450 accidentes, ahora la cifra disminuyó a 860.
Choferes, policía y peatones coinciden en que desde principios del mes los conductores son más disciplinados y respetan la velocidad máxima permitida y los pasos para peatones.
La gran pregunta del momento radica en el hecho de si la Policía de Tránsito será implacable o permitirá cierto margen de tolerancia en caso de ser superada, en pocos kilómetros por hora, la velocidad máxima permitida.
El sub director de la Policía de Tránsito, Jaroslav Pavelka, explicó, en un debate televisado, que en caso de que un chofer supere en tres kilómetros por hora la velocidad máxima permitida, no debería ser sancionado.
"El policía que castigue a un conductor por pasarse tres kilómetros por hora, aplicaría una pena injustificada, porque los radares disponen de una tolerancia de tres kilómetros", insistió el sub director de la Policía de Tránsito, Jaroslav Pavelka.El problema surge a partir del hecho de que en la ley no se especifica ningún margen de tolerancia. Lo que teóricamente significa que podrían ser multados todos los que superen en un kilómetro por hora la velocidad máxima permitida.
De acuerdo con las nuevas reglas de tránsito será penalizado con una multa mínima de mil coronas, unos 35 euros, y dos puntos de castigo, todo conductor que viole la velocidad máxima permitida.
El sub director de la Policía de Tránsito, Jaroslav Pavelka, aplaude la aplicación de medidas más severas en las carreras checas, pero a su vez está a favor de que el policía haga diferencias a la hora de calificar una infracción en la que la velocidad máxima se haya superado en tres o cuatro kilómetros por hora.
En la República Checa la velocidad máxima permitida en la ciudad es de 50 km/h, fuera de la ciudad 90 km/h y en las autopistas de 130 km/h.