Una parte de la economía checa empieza ya a recuperarse

Durante el primer trimestre de este año la industria y el comercio exterior empezaron a levantar cabeza después del nefasto 2020. La gran ventaja de estos sectores con respecto a los más afectados es que no vieron interrumpida su actividad este invierno, indica en un análisis la Agencia de Estadística Checa.

La economía checa cayó durante el duro primer trimestre de 2021, marcado por las peores cifras de la pandemia de coronavirus y que transcurrió con toque de queda y, en su última parte, con cierre perimetral de distritos.

Aunque con excepciones, en la mayor parte de países europeos descendió el PIB en este periodo, y particularmente lo hizo en todos los estados con los que Chequia tiene fronteras, pero en el caso checo la caída fue más aguda que la media comunitaria con una bajada del 2,1% con respecto al mismo trimestre de 2020 y un 0,3% con respecto al trimestre anterior.

Sin embargo, también hubo datos para la esperanza. En concreto, la fabricación de automóviles lideró el crecimiento dela industria checa y de las exportaciones. El balance positivo en las ventas al exterior creció en 1040 millones de euros durante los tres primeros meses de 2021. Más de la mitad de este dato se debe a las exportaciones de vehículos de motor.

Marek Rojíček | Foto: archivo de la Agencia Checa de Estadística

El mismo sector hace un año registró fuertes pérdidas por el cierre de fábricas durante la primera ola del coronavirus. En el caso de este año, la continuidad en la producción permitió una sencilla vuelta gradual a la normalidad.

Sobre los sectores que lastraron los resultados generales de la economía nacional, Marek Rojíček, presidente de la Agencia Checa de Estadística, destaca el descenso del gasto de las familias como consecuencia del cierre de las tiendas y los servicios. También las inversiones se vieron resentidas en un entorno de inestabilidad e incertidumbre.

En cuanto al desempleo, este bajó un 1,6% con respecto al mismo periodo del año pasado hasta situarse en un 3,4% en abril, el peor dato de los últimos cuatro años. Los mayores problemas de desempleo se dan en los lugares que más dependen del turismo y las actividades de ocio.