Una nueva escultura en el centro de Olomouc rinde homenaje a Santa Paulina
Para conmemorar el 300 aniversario de la consagración de la famosa Columna Mariana de Olomouc y, al mismo tiempo, rendir homenaje a la patrona de la ciudad, los artistas Václav Lemon y Marian Maršálek realizaron una asombrosa escultura a través de la cual logran contar parte de la historia de la ciudad.
Uno de los motivos más recurrentes en los trabajos del escultor checo Václav Lemon es la representación de la mujer. En efecto, asegura que disfruta cada vez que tiene la oportunidad de hacer un trabajo figurativo vinculado a ese tema. Pero en este caso el placer fue aún mayor porque la flamante escultura que ostenta el centro de Olomouc representa nada menos que a la patrona de esa ciudad.
“Sí, la estatua representa a Santa Paulina y, por supuesto, antes de comenzar a trabajar en el diseño de la estatua, tuve que familiarizarme con su historia, su origen y cómo llegaron sus restos a Olomouc”.
La inaguración tuvo lugar el pasado dos de junio con una gran presencia de público que, según cuenta Lemon, viene mostrando una reacción muy positiva hacia esta escultura formada por treinta y tres toneladas de arena, que contó también con la colaboración de su colega Marian Maršálek. Agrega Lemon que, además de homenajear a la santa patrona de la ciudad, su flamante obra recuerda también el 300 aniversario de la consagración de la Columna Mariana de Olomouc, la más alta del país.
“Sí, en la estatua también podemos ver la Columna Mariana, que está en Olomouc y que está conectada, por supuesto, con Santa Paulina porque la Columna Mariana se erigió en Olomouc con motivo del centenario del nombramiento de Santa Paulina como patrona de la ciudad”.
Además de tener que prestar especial atención a las dimensiones para que, por ejemplo, la cabeza no quedara desproporcionadamente más grande que el cuerpo, cuenta Lemon que, desde el principio, tuvo en claro que la figura de Santa Paulina debía transmitir esperanza a todo aquel que viera la escultura, aunque al mismo tiempo, debía hacerlo de un modo sutil.
“Considero que lo más difícil del trabajo fue imprimirle esa expresión a la figura de Santa Paulina porque tengo la sensación de que su rostro es muy revelador”.
Aunque nunca se comprobó en forma fehaciente que se tratara de ella, la historia indica que el papa Gregorio XV donó a la ciudad de Olomouc los restos de Santa Paulina en 1622. Lo cierto es que, luego de que en el contexto de la peste tuvieran lugar una serie de curaciones milagrosas, los concejales locales decidieron proclamarla patrona de la ciudad el 23 de octubre de 1623, y la intención de Václav Lemon fue que su escultura pudiera dar cuenta de ese vínculo tan fuerte de la ciudad con su patrona.
“Si miramos la estatua como un todo, en realidad hay una historia. Y creo que la historia es muy importante, a la gente le gustan las historias. Mi escultura cuenta la historia de Santa Paulina entregando una lámpara de la que bebió la gente de Olomouc durante la epidemia de la peste, y las personas que bebieron de esa lámpara se recuperaron milagrosamente”.
Luego de trabajar exclusivamente con madera durante un cuarto de siglo, revela Václav Lemon que, en los últimos años, empezó a experimentar con hielo y arena, un elemento muy particular que, según cuenta, está ganando cada vez más terreno en la consideración de sus colegas, tanto en Chequia como en Eslovaquia.
“La arena es un gran material, tiene sus particularidades en comparación con la madera, por supuesto: es muy fácil de manipular, aunque al mismo tiempo requiere que algunas partes sobresalgan y siempre debe utilizarse una forma piramidal para que las figuras de abajo sean capaces de sostener a las de arriba, así que esa es una de sus particularidades. Por lo demás, la arena es una material muy agradable que se puede procesar muy fácilmente”.
Explica Lemon que, al trabajar íntegramente con arena, la realización de la escultura requirió de algunos instrumentos que se utilizan en la construcción de edificios. Y luego de hacer ingresar el material en los moldes, cuenta que se van ultimando los detalles de cada una de las figuras siempre de arriba hacia abajo.
“Finalmente, cuando la escultura está creada, se coloca en toda la superficie un spray penetrante para que resista los efectos del clima. De esta manera, la escultura sobrevivirá al menos a la primera helada. La escultura permanecerá en el centro de Olomouc hasta el mes de octubre, ahí deberá sacarse para dar paso a los preparativos de los mercados de Adviento”.
Aunque en realidad nació en la cercana ciudad de Prostějov, Václav Lemon vivió veinte años en Olomouc. Por eso la considera un lugar fundamental de su existencia, al que ahora, gracias a su arte, logró devolverle algo más que un granito de arena.
