Un pueblo que olvida su pasado está obligado a vivirlo de nuevo
¿Cómo renacía la cultura política en Checoslovaquia después de la derrota del comunismo? ¿Qué sabe la joven generación checa del pasado comunista de su país? ¿En qué deberían centrarse los ciudadanos de Cuba después de la caída del régimen de Fidel Castro? Para conversar sobre estos temas invitamos a los micrófonos de Radio Praga a tres mujeres de Moravia del Norte que vivieron en carne propia las arbitrariedades del régimen totalitario: Dagmar Stachová, Eva Vláhová y Eva Langrová, hijas de presos políticos de los años 50.
¿Por qué creen que los jóvenes checos de hoy no se interesan por el pasado comunista de su país?
Dagmar Stachová: "Cada generación vive con y para su presente, o mejor dicho, con y para su futuro. La vida de cada generación tiene unos objetivos diferentes a los de de la generación anterior. Hacer conferencias y recordar el pasado a los jóvenes sólo tiene sentido en el caso de que quieran escuchar. Mi nieta no entiende cuando le cuento sobre las colas ante las librerías cada jueves, o ante las carnicerías cada viernes, o sobre las personas que te proponían en la calle un canje de bonos, papeles de valor para hacer compras en tiendas especiales con mercancía de Occidente, o sobre lo difícil que era conseguir unos pantalones vaqueros, camisetas, bananas, mandarinas ..."
Eva Vláhová:"Lo más humillante para nosotras era el hecho de que no era posible conseguir papel higiénico y compresas. Si no me puedo comprar una mandarina, no me pasa nada. Pero el no tener material higiénico básico era lo peor".
Por su parte, Eva Langrová apunta al respecto unas observaciones al seguir un debate televisivo en el que la joven generación se expresa acerca de temas actuales.
"Invitaron a una joven diputada comunista de nuestra región, Katerina Konecná. Entró en el Parlamento aún antes de acabar sus estudios. Es una comunista apasionada, y yo sentía escalofríos al escuchar cómo defendía el comunismo, como inoculada con esta ideología. Le preguntaron, pues, díganos ¿en qué país se hizo bien? ¿En qué país funcionó? Y ella contestó: Aquí seguramente va a funcionar cuando accedamos nosotros al poder. ¡Terrible! ¡Indíqueme un solo país en que gobiernen los comunistas y donde la gente esté realmente bien! Porque en todas partes - sea en Corea del Norte o en Cuba, los alimentos se racionan y la gente pasa hambre. Pero ellos, los comunistas, afirman constantemente: lo dirigió gente mala, pero cuando esté en nuestras manos, todos estarán bien. Somos las personas adecuadas".
Dagmar Stachová añade: "La joven generación opina que el comunismo como idea es una cosa muy buena y que el problema es que lo dirigió gente inadecuada. En esto consiste su monstruosidad: pensar que es una cosa buena. Esto es peligroso. Y yo estoy convencida de que un pueblo que olvida su pasado está obligado a vivirlo de nuevo".
¿Ud. opina que los checos jóvenes que, por ejemplo, hoy son miembros del Partido Comunista o votan por los comunistas, creen realmente en esta ideología?
"Estoy convencida de que en la juventud siempre hay cierto tipo de rebeldía. No es que desearan el comunismo que vivimos nosotros. Lo que quieren es un cambio, un cambio del sistema, de la rutina. Les parece que el sistema actual está aquí desde hace demasiado tiempo y que estamos demasiado tiempo estancados. Pues se dicen, hagamos algo para que haya un cambio".
Después de noviembre del 89 Eva Vláhová se desempeñó durante cuatro años en la representación municipal de Ostrava como miembro del Partido Cívico Democrático. Abandonó el mismo inmediatamente después de que los entonces líderes del Partido Socialdemócrata y del Partido Cívico Democrático, Milos Zeman y Václav Klaus respectivamente, firmaran el Pacto de Estabilidad Política, tras las elecciones parlamentarias en junio de 1998. El Pacto de Estabilidad Política, denominado "tratado de oposición" en el lenguaje coloquial, representaba un acuerdo sobre el reparto de posiciones en el poder entre las dos fuerzas opositoras en el Parlamento y fuera de él. A cambio, el Partido Cívico Democrático se comprometía a no tratar de destituir al Gobierno minoritario de los socialdemócratas.
"Antes de las elecciones los demócratas cívicos gritaron sin pudor: no elijan a los socialdemócratas, porque elegirán al comunismo. Y luego cerraron el pacto para hacerse con los cargos. La política es una cuestión de acuerdos. Si entonces los líderes de los dos partidos de derecha, el Partido Cívico Democrático y el democristiano Partido Popular, es decir Václav Klaus y Josef Lux, no fueron capaces de llegar a un acuerdo, debieron sustituirlos".
Eva Vláhová constata que después de la restauración de la democracia en el país el interés de los ciudadanos de a pie por entrar en la política era mínimo.
"En el trabajo me dirigí a nuestras abogadas incitándolas a adherirse al Partido Cívico Democrático, ya que necesitaba juristas. Pero ellas rechazaron. Eso fue una influencia de la educación socialista. Una me dijo que ya trabajaba en el tribunal y tenía prohibido ser miembro de un partido político. Los juristas jóvenes no quisieron entrar en la política".
¿Cómo fue posible que tantos comunistas se mantuvieran en buenas posiciones después de la derrota del régimen totalitario? Dagmar Stachová indica una de las razones:
"Todos los comunistas en la cima cursaron ´VUML´, la universidad nocturna de marxismo-leninismo. Allí no se enseñaba la economía rusa, sino la occidental. No era de extrañar que después de la revolución, antes de que los demás empezáramos a orientarnos en la nueva situación, los comunistas ya habían privatizado las fábricas, las minas, etc., porque ellos ya sabían cómo se hacía".
Según su opinión, ¿qué pasos deberían realizar primero los ciudadanos de Cuba a la hora del cambio de régimen en la Isla?
Eva Vláhová: "Anular todas las leyes que hayan sido válidas hasta el momento para poder crear nuevas leyes. Pero no leyes completamente nuevas, como ocurrió en nuestro país. Les recomiendo que se inspiren en la legislación de otros países en los que el sistema funciona. Luego, poner al partido comunista fuera de la ley, aunque siempre deben existir la izquierda y la derecha. Si todo fuera unilateral, la evolución de la humanidad no avanzaría. La izquierda debe centrarse en los aspectos sociales, la derecha debe ser más dura. Se dice que el capitalismo debe ganar dinero para poder ayudar a los más débiles socialmente. Realizar una revolución no sangrienta, mantener la paz, pero con los comunistas actuar sin compromisos".
Dagmar Stachová: "Yo digo tener a disposición una buena evidencia de los actuales comunistas y colaboradores de la policía política, saber quién es quién. Y no dejarlos que participen en el desarrollo futuro del país y ocupen cargos en la administración. Vigilarlo esctrictamente".
Contemplando los quince años que los ciudadanos checos llevamos viviendo en un país democrático, ¿qué consideran que fue lo mejor que aportó el derrumbamiento del régimen comunista?
Eva Langrová: "Que uno no tiene que estar en alerta constantemente de que sus ideas o su comportamiento molesten a alguien. Creo que los jóvenes checos no se dan cuenta de lo que significa poner atención todo el tiempo para que no les denuncien o para que no encarcelen a su familia".
Eva Vláhová: "La libertad de expresión y de movimiento".
Dagmar Stachová: "Desde el punto de vista económico: eliminación de la influencia del Estado. En un régimen comunista y socialista vale la regla: en primer lugar el Estado, luego el municipio, la familia, y como último el ciudadano. Por el contrario, en una democracia el orden debe ser el siguiente: el ciudadano, la familia, el municipio, y luego quizá el Estado, que debe intervenir lo menos posible en la vida del ciudadano".