Un plan para los desempleados: ayudar en otros hogares con la limpieza

Foto: Vasyl Tsitsey

La República Checa introducirá esta legislatura una nueva receta para reducir el desempleo: ofrecer a las personas sin trabajo la posibilidad de hacer tareas domésticas, como limpieza o jardinería, con un sueldo subvencionado.

Foto: Vasyl Tsitsey
La idea ya funciona desde hace 20 años en Francia, y recientemente en Bélgica y Finlandia. Se trata de dar trabajo a los desempleados como limpiadores, jardineros, cocineros, niñeros o lavanderos a domicilio para particulares. El objetivo sería doble: por un lado reducir la cifra de desempleados, por otro convertir en transparente un sector, el de la limpieza y el mantenimiento doméstico, donde abunda la economía sumergida.

Las personas empleadas de esta manera trabajarían para agencias de limpieza que les pondrían en contacto con los clientes. Por cada hora de trabajo recibirían un vale por parte del cliente, que luego podrían canjear en la agencia por dinero en efectivo. El Estado subvencionaría estos sueldos para hacerlos más atractivos para todas las partes.

La medida, una promesa electoral del Partido Socialdemócrata, debería producir unos 5.000 nuevos puestos de trabajo, no necesariamente de baja cualificación, como comenta la directora general de la Oficina de Empleo, Marie Bílková.

Marie Bílková,  foto: ČT
“Suponemos que de esta manera surgirá una gran variedad de puestos de trabajo. Será necesario definirlos bien, y decidir exactamente a quién ofrecérselos, pero contamos con que haya posiciones tanto para empleados cualificados como no cualificados”.

Encargarse del mantenimiento del hogar de forma profesional no es tan fácil como parece y es necesaria cierta formación. Algo tan sencillo como fregar el suelo puede provocar daños en el piso si se utilizan los productos de limpieza equivocados. El año próximo el proyecto se pondrá en marcha de forma experimental para resolver este y otros problemas que vayan surgiendo. Su lanzamiento de forma general está previsto para dentro de tres años, si la Cámara aprueba los cambios legislativos necesarios.

En cualquier caso, si consigue aplicarse en Chequia, la idea puede suponer un bálsamo para el creciente problema del desempleo, que este mes ha llegado a la cifra récord del 8,6%. En Bélgica el uso de desempleados para trabajos domésticos ha dado como resultado el empleo de 150.000 personas.

Autor: Carlos Ferrer
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