Un checo logra escapar con vida de Kenia tras recibir cinco disparos
La comunidad gitana organiza su primera marcha del orgullo, Facebook asfixia a las redes sociales checas, la increíble aventura de supervivencia de un checo en Kenia son algunos de los temas de la prensa checa de este lunes.
Es la primera vez que se organiza la marcha, que reunió en Praga a un centenar de personas, en su mayoría jóvenes. El acto quiso alertar sobre la situación de las minorías en el país, y los errores de las políticas de integración del Gobierno.
Marchas del orgullo gitano se celebraron en otras catorce ciudades europeas. Mientras, en Ústí nad Labem, en el noroeste del país, 70 seguidores del extremista Partido Obrero de Justicia Social protestaron delante de una residencia del barrio de Střekov, habitada sobre todo por gitanos, al grito de “Chequia para los checos”, informa Právo.
La Policía tuvo que intervenir para separar al grupo de neofascistas de otro de anarquistas, que acudieron en apoyo a los habitantes de la residencia.
La mayor red social checa, Lidé.cz, ha perdido casi a la mitad de sus usuarios en los últimos tres años, informa Hospodářské Noviny.
Hasta 2009, año de la expansión masiva de Facebook en el mercado checo, Lidé.cz tenía 3,8 millones de perfiles activos siendo la preferida del país.
En la actualidad son ya solo 2,2 millones. Facebook no publica datos sobre perfiles abiertos en cada país, pero el último informe de la compañía estadounidense, publicado hace unos días, contaba mil millones de usuarios en todo el mundo.
En los últimos tres años, Lidé.cz ha notado como también sus ingresos por publicidad han descendido considerablemente. Pero desde la propia empresa Lidé.cz, se reconoce que Facebook no es un competidor directo, ya que en esa red social sobre todo interactúan personas que ya se conocen, mientras que Lidé.cz sirve para hacer nuevos contactos.
Otra conocida página checa para conocer personas, en este caso, potenciales parejas sentimentales, Líbímseti.cz, también ha sido arrollada por Facebook.
Existente desde 2002, el número de usuarios de Líbímseti.cz no dejaba de crecer. Pero mientras en 2009, unas 250.000 personas usaban la página cada día, en la actualidad son solo entre 20.000 y 40.000, con las consiguientes pérdidas por publicidad, reconocen también desde la compañía a Hospodářské Noviny.
Un checo escapa milagrosamente con vida de Kenia tras recibir cinco impactos de bala, relata Mladá Fronta Dnes.
Martin Strnad, de 38 años, tiene una pequeña agencia de viajes con la que lleva turistas checos al país africano. Este verano, acompañado por una amiga de ese país, aparcó su auto cerca de un hotel de lujo de Mombasa, cuando dos soldados armados se acercaron y tras confundirlo con un terrorista, al parecer, comenzaron a disparar a través de las ventanas del vehículo.
Arrancó el auto y pisó el acelerador a fondo. Entonces por la espalda sintió que una ráfaga le había alcanzado. Nada de dolor, cuenta, solo un pinchazo, pero aun así perdió el control y se estrelló contra un muro. Cuando los soldados se dieron cuenta de que habían disparado a un blanco, estaban en estado de shock, recuerda Strnad.
Sin embargo, en medio de la confusión dispararon a su compañera, que cayó al suelo, y Martin empezó a correr. Mientras, comenzaron de nuevo a dispararle. Fue alcanzado de nuevo. Con una mototaxi, diciendo que había tenido un accidente, consiguió salir de allí. Fue entonces cuando empezó a sentir dolor.
Aunque le buscaban, fue a un hospital, donde fue operado durante doce horas. Lograron sacarle tres de las cinco balas que tenía en su cuerpo, además de múltiples trozos de metralla. Allí se encontró a su amiga, que milagrosamente había sobrevivido al tiroteo, pero tenía balas alojadas demasiado cerca del corazón y los pulmones, tanto que no puede ser operada en Kenia.En el hospital recibió Strnad incluso la visita de uno de los soldados que le dispararon. Sobornando a la Policía y a los médicos, consiguió por más de 4.000 euros que le devolvieran el pasaporte con los sellos correspondientes y la documentación médica para poder irse cuanto antes del país.
En el avión todavía podía haber perdido la vida porque con el cambio de presión las heridas se abrieron y se desmayó. Si no hubiera habido una enfermera a bordo que le hiciera una transfusión de sangre, habría muerto. En Francfort le esperaba una ambulancia.
Las dos balas que le quedan en el cuerpo tampoco las pueden extraer los médicos checos, porque se encuentran tocando órganos vitales. Tiene dolores, cansancio permanente y no puede conducir ni tumbarse boca arriba. Sin embargo su preocupación es sobre todo sacar a su amiga de Kenia.