Turrón, vino, licores y otros productos valencianos tratarán de abrirse paso en el mercado checo
Pocos checos conocen el chocolate a la taza, los boquerones en vinagre, las alcachofas en conserva o los granos de maíz tostados. En los próximos años las cosas podrían cambiar gracias a los esfuerzos del Instituto Valenciano de Exportación (IVEX), que ya por cuarto año consecutivo trata de buscar distribución a los productos de esta región española.
A todos los españoles les son familiares los snacks Grefusa, los turrones El Lobo, el azafrán Carmencita o los chocolates Valor. Ahora, muy probablemente también serán conocidos entre los checos.
El IVEX presenta durante las próximas dos semanas una muestra de productos alimentarios de 19 empresas valencianas en sus oficinas de Praga. De momento ya han confirmado su visita unos 25 distribuidores checos interesados en apostar por los vinos, licores, aceites y otros alimentos elaborados en la Comunidad Valenciana.En opinión del director del IVEX de Praga, Miguel Martínez, la mayoría de los productos valencianos tienen salida en la República Checa.
“Yo diría que prácticamente todo crea interés a excepción de las alcachofas, que son un producto que aquí no se suele consumir. Con los otros productos el tema es el precio. La mayoría son competitivos porque son empresas que están vendiendo, por ejemplo, en Alemania, en países con alto poder adquisitivo como de menor poder adquisitivo, como Rumania. Y prácticamente todos venden”, afirmó Martínez.
La muestra de este año comprende productos destinados a todas las vías de comercialización: desde lo más exclusivo, como el aceite de sabores, los mazapanes o las trufas, hasta los que tienen una demanda más amplia, como los encurtidos, pasando por lo anecdótico, como un set para preparar paella con paellero incluido.Para Martínez la labor del IVEX en la República Checa se puede considerar un éxito, aunque los resultados no se hacen patentes de inmediato.
“Muchas de las empresas obtuvieron resultados en el mismo año. El problema de la exportación, de penetrar en mercados internacionales, es la inversión. De tiempo primero y en muchos casos de dinero también, porque no es un mercado local, que ya conoces, es un mercado nuevo. Tienes que dar a conocer el producto, y eso requiere una inversión de marketing y una red comercial. Y luego, lógicamente, que el consumidor lo acepte. Son operaciones de una media de dos años”, señaló.
En cuanto a la crisis económica, sus efectos no se han dejado sentir en el interés por los productos valencianos, al contrario, el número de interesados ha aumentado este año. En opinión de Martínez, muchos comerciantes tratan de superar la crisis diversificando su oferta.
Más información en la página web del IVEX (www.ivex.es)