Tribunal juzga a la fiscal que condenó a muerte a Milada Horáková
Hace 57 años Ludmila Brozová mandó al patíbulo en un proceso político escenificado a la opositora Milada Horáková. Este martes el Tribunal Municipal de Praga ha abierto juicio contra la entonces fiscal para juzgarla por lo que hoy es considerado como un asesinato.
Ludmila Brozová-Polednová no compareció en la sala de audiencias, pero solicitó al Tribunal iniciar los trámites judiciales en su ausencia.
La ex fiscal, de 86 años, es una de los últimos dos árbitros aún vivos que el 8 de junio de 1950 condenaron a la pena capital a cuatro personas: Milada Horáková, Jan Buchal, Závis Kalandra y Oldrich Pecl. El proceso contra la ex diputada del Partido Socialista Milada Horáková fue el primero en Checoslovaquia manejado por agentes soviéticos y su transcurso fue irregular aún para las leyes de entonces.
"Durante el mismo tiempo que una obrera de la empresa textil Kotona se esforzaba en aumentar su rendimiento en los telares automáticos para ayudar a construir nuestra República, la acusada Horáková juntaba en la clandestinidad bandas enemigas para destruir nuestra República".
Éstas palabras fueron proclamadas por Ludmila Brozová en su discurso final en el proceso. Por su actuación en el mismo, podría ser condenada ahora a entre diez y quince años de prisión.
En una reciente entrevista para el diario Lidové Noviny la ex fiscal rechazó sentirse culpable expresando que sólo lamenta el hecho de que el juicio no se haya celebrado "hace diecisiete o dieciocho años cuando todavía tenía algo en la cabeza".
Según la Oficina de Documentación e Investigación de los Crímenes del Comunismo, Ludmila Brozová fue incluida entre los fiscales del caso para que Horáková fuera acusada por una mujer. Ella misma afirma que no quería participar en el proceso, pero que fue nombrada con el fin de darle la oportunidad de aprender de sus colegas más experimentados. Brozová trabajó como secretaria en el departamento jurídico del Comité Central del Partido Comunista. De allí la eligieron para matricularse en una escuela de derecho para obreros.
El Tribunal Municipal de Praga buscará ahora pruebas que demuestren que la fiscal sabía ya antes del inicio del proceso que éste sería manipulado.
"En miles de cartas que recibimos, nuestro pueblo con repugnancia vuelve la cara ante estos traidores. Nuestras mujeres y madres preguntan: ¿Dónde ha quedado su corazón, acusada Horáková, al traicionar a nuestra patria y la lucha por la paz de millones y millones de mujeres?"
Así voceaba Ludmila Brozová hace 57 años ante el tribunal al imputar a Milada Horáková, la única mujer que fue ejecutada en la Checoslovaquia comunista por motivos políticos.