“Traducir poesía es un ejercicio bastante difícil”
Petr Zavadil no es solo el rostro de la Televisión Checa para el mundo hispanohablante. También es un consumado y reputado traductor del francés y el español, con varios premios a cuestas, uno, el más reciente, que le tiene muy feliz: el premio Josef Jungmann por el poemario ‘Esta Luz’, de Antonio Gamoneda.
Zavadil, que había traducido antes al checo a escritores de la talla de Nicanor Parra, José Ángel Valente y Guillermo Cabrera Infante, dice que recibir este premio, que le dan sus pares traductores, es la mejor recompensa para la labor que realiza, a veces anónima, muchas veces sacrificada, labor casi clandestina para la que tiene que robarle horas a su familia y a su otro trabajo, el que le da de comer, de reportero de la Televisión Checa, para difundir la mejor literatura en español entre los lectores checos.
“Pues para mí es un premio importantísimo, es un premio otorgado por gente que se dedica a la traducción toda la vida. La gente que lo estaba otorgando, los cinco miembros del jurado, son gente que yo admiro desde hace mucho tiempo. Sobre todo el presidente del jurado, que traduce del francés, como yo, que traduzco también del francés, no solo del español. Así que profesionalmente no hay premio más importante para mí que este. Es más importante que el premio Magnesia Litera, que es más comercial y visible, pero este, para un traductor, creo que es la meta definitiva en la República Checa”.
No es la primera vez que el jurado premia un volumen poético, al contrario, es bastante común, comenta el reciente galardonado.“Supongo que es porque la traducción de poesía es un ejercicio bastante difícil, que requiere muchas cosas, no solo el conocimiento de la lengua de origen y del checo, sino que, vaya, supongo que también un poco del sentido poético, hay que encontrar la voz propia al autor en otra lengua. Y por eso creo que a veces este jurado otorga el premio a traducciones de poesía”.
Respecto a Gamoneda, Petr Zavadil sostiene que es un gran poeta que saltó a la popularidad a una edad muy avanzada.
“En España es un autor bastante popular, bueno, dentro de lo que es el género, porque digamos que la poesía no es un género muy leído en general. Pero dentro de lo que es la poesía, sí, Antonio Gamoneda tiene un nombre bastante importante en España. Él tuvo una vida bastante difícil. Estuvo en el movimiento ilegal en contra de Franco. No escribió en mucho tiempo. Llegó a la fama en los años 80 cuando ya tenía más 60 años, con el libro Edad, su primera antología oficial, y a partir de ahí sí empezó a tener un renombre. A partir de ‘Edad’, del Premio Reina Sofía y del Premio Cervantes, ya le llegó toda la fama que se merece”.
Fue en 2006 cuando Gamoneda recibió el Premio Cervantes, el Nobel de las letras hispanas. Desde entonces, es toda una celebridad cultural, pero reducido al mundo hispanohablante, por eso la importancia de este premio y esta traducción, que le permite acceder a nuevos lectores.
“En lo que se refiere a la traducción mía y a este premio, pues vaya, no sé qué llevó el jurado a otorgarlo a Antonio Gamoneda, justamente, pero digamos que es un premio que se otorga a la traducción, así que no importa el libro de origen, el autor de origen. Supongo que también hay que ver un poco si el libro puede llegar a tener alguna importancia dentro del ámbito checo. Y en este caso yo creo que puede tener un impacto, porque hablé ya con un par de poetas checos jóvenes y me han dicho que el libro les gustó muchísimo y que a lo mejor podría darles un impulso nuevo en su propia escritura. Entonces, ya veremos”.Petr Zavadil añade que llegó a Gamoneda gracias a otro autor español que tradujo poco antes, de la misma generación.
“El libro yo lo tuve entre manos por primera vez hace como seis, siete años. Llegué a él por otro autor, que traduje antes, José Ángel Valente. Ya no sé cuál fue el camino exacto para llegar desde Valente a Gamoneda, son de la misma generación pero tampoco tienen mucho que ver el uno con el otro. Pero sí llegué a él por Valente, abrí el libro y a partir de las primeras páginas me di cuenta de que era un autor que me gustaba muchísimo y que me interesaría traducir. Y de pronto me di cuenta de que Gamoneda venía a Praga a la apertura del Instituto Cervantes, era él el primer invitado de honor”.
Así que en ese minuto Zavadil se puso manos a la obra para acceder al poeta y comentarle la idea de traducir sus poemas al checo. Aunque se encontró con un pero, que pudo sobrellevar con éxito.
“Entonces fui al Instituto Cervantes para ver su lectura y después fui a verle y le dije, ‘pues vaya, estoy interesado en traducir tu poesía, qué me dices tú’. Y él dice: ‘Hombre, yo encantado, pero, ¿eres tú un poeta?’. Y yo, ‘bueno, no exactamente’. Entonces él dice: ‘No, no, yo lo que quiero es que me traduzcan poetas’. ‘Vaya, no sé qué vamos a hacer’, le digo. Y él me pregunta: ‘Pero, te consideras poeta’. ‘Ah, eso sí’, le digo. ‘Pues vaya, hazlo tú entonces’, me dijo. Y a partir de ahí, ya”.El traductor agrega que después de ganar el premio Jungmann, le hizo llegar la buena noticia a Gamoneda.
“Sí, le envié un mensaje. No estamos mucho en contacto porque él tiene muchos compromisos, es un personaje bastante famoso, va a muchos sitios, da muchas lecturas. Pero sí, sí, claro le escribí sobre el premio y pareciera que le hizo mucha gracia”.
El jurado del premio Josef Jungmann tomó en cuenta también la traducción anterior de Zavadil, de la novela póstuma ‘La Ninfa Inconstante’, del cubano Guillermo Cabrera Infante. Precisamente esa traducción, publicada por la editorial Paseka, había quedado finalista en los premios Magnesia Litera de este año, aunque no ganó. Pues ahora ganó ‘Esta Luz’, y Zavadil muy contento.