Tintinearon las armas por preservativos

El Gobierno checo ganó otra batalla en la guerra por la reforma de las finanzas públicas. Los diputados aprobaron nuevas tarifas para el Impuesto sobre el Valor Añadido. El llano transcurso del proceso de aprobación fue perturbado por los preservativos.

Foto: archivo de Radio Praga
A partir del primero de mayo de 2004 la República Checa disminuirá la tarifa básica del Impuesto sobre el Valor Añadido del 22 al 19 por ciento. La tarifa reducida del cinco por ciento permanecerá válida. No encarecerán el agua, entradas para eventos culturales, revistas y pañales. Por otra parte, el ciudadano checo pagará más por la visita de un restaurante, de un estadio o de una peluquería. Por una mayoría apretada los diputados aprobaron este jueves los cambios en la Ley del IVA. De los 187 legisladores presentes, 94 votaron a favor, 93 en contra.

"Estoy satisfecho porque nos permitirá llevar a cabo el segundo paso, es decir reducir los impuestos para familias que trabajan y tienen hijos y acelerar la decisión sobre el descuento de impuestos para empresarios", no ocultó su alegría el ministro de Finanzas, Bohuslav Sobotka.

El estado de ánimo en el campo de la oposición fue diferente.

"El Gobierno simplemente necesita dinero para derrocharlo, y en vez de ahorrar sus gastos, lo saca de los bolsillos de los contribuyentes", expresó el diputado Vladimír Dolezal, del Partido Cívico Democrático.

La votación en el Parlamento sobre la división de artículos en la categoría del 19 o 5 por ciento del IVA transcurría según las intenciones del Gabinete hasta llegar el turno del material contraceptivo. El diputado Marian Bielesz de la gubernamental Unión de la Libertad propuso mantener los preservativos en la tarifa reducida del cinco por ciento, y dos colegas suyos se le sumaron. En reacción a ello, los socialdemócratas interrumpieron la sesión, invitando al líder de la Unión de la Libertad, Karel Kühnl, a consultas. Luego el unionista Frantisek Pelc puso en duda la primera votación. Los diputados volvieron a levantar las manos por los preservativos, esta vez a favor de su transferencia a la tarifa del 19 por ciento. El rebelde Marian Bielesz faltó en la sala. Según lo comentó la prensa, puede ser que se hubiera ido a comprarse reservas.

Su jefe Kühnl explicó el repentino cambio de las posiciones de sus diputados con las palabras: "Los condones puedieron convertirse en un muro que se pusiera entre los partidos de la coalición gubernamental".