Tiempos difíciles para el primer ministro checo
Tiempos difíciles para el primer ministro y líder del gubernamental Partido Cívico Democrático, Petr Nečas; artistas piden dimisión de ministra de Cultura; aumenta el número de pensionados que necesitan trabajar para sobrevivir.
Las luchas intestinas de su formación han empezado a afectar gravemente la gestión del Gobierno de coalición. Seis diputados de su partido rechazan la decisión del Consejo de ministros de subir el IVA y han puesto en peligro el futuro del Ejecutivo.
El diario Mladá Fronta Dnes informa en primera página que las críticas contra Nečas empiezan a surgir de diferentes frentes de su partido.
Uno de sus incondicionales, el ministro de Industria y Comercio, Martin Kuba, asegura que al partido le falta una visión de futuro.De acuerdo con el político, la formación se ha limitado a vigilar el déficit del presupuesto nacional. Los electores no escuchan otra cosa más que ajustes, recortes y aumento de precios.
“El Partido Cívico Democrático debe llevar al Gobierno sus proyectos y no limitarse a los debates sobre el presupuesto. Deberíamos impulsar cambios estructurales sobre el futuro del país para los próximos cinco o diez años”, aseguró Kuba.
Entretanto, el diario Právo informa en primera página que los políticos cívico-demócratas protagonizan una lucha interna de gran intensidad. De cara al próximo congreso partidista varios líderes regionales se preparan para ocupar puestos en la Junta Directiva.
Todavía se desconoce quién se enfrentará a Nečas, pero entre los interesados en una de las vicepresidencias se encuentra Martin Kuba, el ya mencionado ministro de Industria y Comercio.El diario Právo pronostica ‘un duelo a muerte’ por la jefatura partidista a nivel de Praga entre dos grandes rivales, el alcalde mayor de Praga, Bohuslav Svoboda y el diputado Boris Šťastný.
Los diarios coinciden en que los enfrentamientos entre los partidos gubernamentales, la política de ajustes y ahora la lucha intestina en el seno del Partido Cívico Democrático han quitado todo brillo al Gobierno y decepcionado a los electores sobre el papel global e individual de los políticos.
Los diarios prestan atención al súbito cese del director del Teatro Nacional Ondřej Černý. Sin mayores explicaciones la ministra de Cultura, Alena Hanáková, destituyó este viernes a Černý provocando la ira de artistas y trabajadores de la cultura.
Actores y actrices salieron a la defensa del director y exigieron al primer ministro, Petr Nečas, la destitución de la jefa de la cartera de Cultura por incompetencia.
El contrato de Ondřej Černý termina en marzo de 2013 por lo que nadie entiende las prisas de la ministra. En términos generales no hay quejas sobre el trabajo del director Černý, aseguran fuentes del Teatro.
Los actores respaldan a su director y califican como escandalosa la decisión de nombrar, aunque temporalmente, a un funcionario que reconoce que ha estado en el teatro unas dos o tres veces en su vida.
Los pensionados checos tienen que trabajar para sobrevivir. El diario Lidové Noviny informa que unos 170.000 pensionados trabajan porque la jubilación no les alcanza.
El diario pone el ejemplo de un antiguo jefe de departamento de una empresa que después de jubilarse volvió a la compañía donde ahora es portero, únicamente así puede reunir dinero para mantener a su familia.
Antes de las crisis económica trabajaba una tercera parte de los jubilados, ahora la cifra va en aumento. Mientras unos economistas aseguran que los jubilados tienen su lugar en el mercado laboral otros insisten en que ante la mala gestión del Estado los ancianos se ven obligados a trabajar en lugar de disfrutar de su merecido descanso.