Suministros de petróleo ruso son los más bajos en la historia
Nunca antes la República Checa había recibido tan poco petróleo de Rusia. El miércoles llegó al país sólo una décima parte de la cantidad diaria acordada, lo que representa una disminución sin parangón a nivel nacional y comunitario.
A pesar de que la disminución del suministro de petróleo ruso llegó el miércoles a su mínimo histórico, Jaroslav Pantůček, director de la empresa MERO, que se ocupa del transporte de crudo a la República Checa, indicó que no existe motivo para el pánico.
“Somos capaces de cubrir el bajo suministro de petróleo ruso por medio del oleoducto Ingolstadt, que viene de Alemania, para abastecer plenamente las refinerías checas durante el mes de agosto. Además, hemos logrado contratos para garantizar suministros también en septiembre”, afirmó Pantůček.
En caso de que el abastecimiento no vuelva pronto a la normalidad, Rusia corre el peligro de perder su prestigio de suministrador fiable, subrayó el embajador especial para la seguridad energética, Václav Bartuška.
“Estoy convencido de que Rusia está interesada en que la situación mejore cuanto antes. Ese país quiere conservar, sin duda, la fama de la que goza en los mercados internacionales y los problemas actuales pueden afectarla seriamente”, indicó Bartuška.
A pesar de que Rusia informó que los problemas con el suministro de petróleo a la República Checa se deben a problemas técnicos, Praga no ha recibido aún una explicación oficial.
La semana pasada, las autoridades rusas anunciaron que, debido a problemas técnicos, este mes en vez de las acordadas 500 mil toneladas de crudo, la República Checa recibirá menos de 300 mil.
Los bajos suministros de petróleo ruso cubren actualmente sólo las necesidades de la refinería Paramo, una de las más pequeñas en el país. Para suplir la escasez, el mayor productor de carburantes del país, Refinería Checa, recibe petróleo desde Alemania y de las reservas estatales.