‘Smažák’: el plato favorito de muchísimos checos

El queso frito – smažený sýr - no puede faltar en el menú de ningún restaurante checo ni en la oferta de ningún puesto de comida rápida. Su popularidad es tan grande en el país que se le llama familiarmente “smažák”. Además, sale bastante barato y su preparación es apta para principiantes.

Para preparar ‘smažák’, en primer lugar, vamos a necesitar queso. Tradicionalmente se usa el Eidam, cortado en lonchas de uno a dos centímetros de grosor.

Sin embargo, hay quienes prefieren el queso tipo Camembert u otro, más aromático aún, que se vende en el país bajo el nombre de ‘Olomoucké tvarůžky’.

Además, nos harán falta los siguientes ingredientes: harina, dos huevos, tres cucharadas de leche, pan rallado y aceite para freír.

Envolvemos las porciones de queso en harina, huevos batidos con leche y pan rallado. Freímos lentamente en aceite caliente, por los dos lados, hasta que se pongan doradas. Servimos con patatas cocidas o fritas y mayonesa.

Es bueno acompañar el queso frito con alguna ensalada fresca y ligera, por ejemplo, la de tomates con cebolla.

Los ingredientes necesarios son: cuatro tomates de tamaño mediano, media cebolla, una cucharada de aceite de oliva, tres cucharaditas de azúcar, dos cucharadas de vinagre, 200 ml de agua, pimienta y sal.

Cortamos en cuadritos los tomates y picamos finamente la cebolla. Añadimos el aceite. Aliñamos con una vinagreta elaborada con agua, vinagre, azúcar, pimienta y sal. ¡Buen provecho!