Sin Baros checos se juegan clasificación a la Eurocopa 2008
Definitivamente descartado quedó el delantero checo Milan Baros para el partido de este sábado contra San Marino y lo más probable es que tampoco esté el miércoles, ante Irlanda. Ambos encuentros son de vital importancia en las pretensiones checas de clasificar a la Eurocopa 2008.
El médico del combinado checo, Petr Krejci, declaró que Baros descansará hasta el sábado y volverá a entrenar el domingo, para ver cómo evoluciona de su lesión.
"El peor escenario se ha confirmado ya que no se trata sólo de una herida muscular, sino que tiene también un pequeño hematoma. En mi opinión, Milan Baros no se recuperará tan pronto. Pero no quisiera sacar conclusiones precipitadas. Tendremos más noticias el domingo, después de que el jugador descanse y vuelva a entrenar", dijo el médico.
Ambos partidos son fundamentales para los checos en su lucha por clasificar para la Eurocopa 2008, que se disputará en Austria y Suiza, en junio del próximo año.La selección checa está en la segunda posición de su grupo, cinco puntos detrás de Alemania y sólo un punto por delante de Irlanda.
En reemplazo de Milan Baros podría jugar Martin Fenin, la joven revelación del fútbol checo. Fenin brilló en el pasado campeonato mundial sub 20, en donde los checos alcanzaron la final, que perdieron con Argentina.
Jugador que hizo saludo nazi recibe multa récord
Pavel Horvath, jugador del Sparta Praga, fue multado con 200 mil coronas, cerca de siete mil euros, una cifra récord en el fútbol checo, por el gesto nazi que hizo en un partido de la cuarta fecha de la liga local, contra el Viktoria Zizkov.Horvath, ex seleccionado nacional, niega ser racista y lamenta haber realizado un gesto que califica de "desafortunado".
"Repito que se trató de un gesto desafortunado, pero en ningún caso hice el saludo nazi. A pesar de ser multado, reitero que mi gesto no tuvo nada que ver con el racismo", indicó Horvath.
El saludo que realizó Horvath fue grabado por cámaras de televisión y ampliamente difundido. Se ve al jugador acercándose a los hinchas ultras de su club, levantando dos veces el brazo de igual manera que lo hacían los soldados nazis.
La comisión disciplinaria de la Asociación Checa de Fútbol decidió que Horvath había desacreditado el buen nombre del deporte y por esa razón decidió imponerle una fuerte multa, la más alta jamás recibida por un futbolista checo.