"Siempre me sentiré extranjera"

Nos acompaña hoy Beatriz López, de Colombia. Esta joven empresaria bogotana revela en esta entrevista algunas de sus alegrías, inquietudes, satisfacciones y sueños tras varios años de haber dejado su país para radicarse en la República Checa. Según sus propias palabras, en este país la gente suele ser muy hermética en sus relaciones interpersonales, especialmente en el mundo de los negocios. Pero luego...

¿Te fue difícil dejar tu tierra, tus costumbres, tu familia, adaptarte a un nuevo idioma, etc.?

"Si me viniera en este momento me sería más duro, pero como llegué como una esponjita, abierta para absorber cosas nuevas, pues no lo noté muy diferente ni me impactó tanto. Pero hoy me doy cuenta de que la tierra jala un poquito".

¿Qué es concretamente lo que más extrañas?

"La diferencia de hablar con alguien y sentir que la otra persona confía en uno. Es decir, llegar a un lugar y que sientas rechazo por ser extranjera, que te hagan sentir que siempre serás extranjera a pesar de hablar checo, de adaptarse bien a la cultura. Es extraño, cuando vuelvo a Colombia me doy cuenta que es más fácil ser espontánea, amable con la gente. Y aquí es más superficial, me cuesta más trabajo ser natural".

En otras ocasiones, algunos compatriotas tuyos en este programa han dicho que sienten una carga por el hecho de venir de Colombia, que la imagen negativa que proyecta a veces la prensa les afecta. ¿Te sucede lo mismo a ti?

"No. Mi experiencia es positiva, yo he vivido en Estados Unidos, Irlanda, Bulgaria, y diría que la concepción que tienen los estadounidenses de los latinoamericanos, en particular de los colombianos, si es discriminatoria. Aquí no, aquí la gente es muy amable. Obviamente siempre hacen los mismos comentarios: la violencia, las drogas, etc., sin embargo, la gente piensa que Colombia es un país tropical, divertido, gente, playas. Es decir, no hay mucho conocimiento... digo yo, comparando con otros países donde he vivido".

¿Cómo te has integrado en la sociedad checa?

"El clima diría que ha sido lo más diferente para acostumbrarme. La gente tiene otra forma de pensar, otra cultura, pero yo llegué un poquito flexible en el ciclo de la vida de todo ser humano... si uno hace el esfuerzo, habla checo, aunque sea un poco, rompe las barreras y la gente es más amable. En todo caso, yo creo que siempre me voy a considerar una extranjera en la República Checa. Por más que diga que es fácil integrarse, siempre un extranjero en cualquier país estará más unido a la comunidad de extranjeros que a la comunidad local".

Por el tono de tus palabras me parece que ves con desventaja el hecho de ser extranjero. ¿Es así?

"Desde el punto de vista personal no lo veo como una desventaja. Desde el punto de vista de una empresaria independiente, lo veo más complicado, por la barrera del idioma. Y por el tema de la confianza. Cuando los checos hablan entre checos, pues todo resulta más fácil llegar a un acuerdo o romper el hielo, mientras que como extranjero nadie sabe cuál es tu trayectoria, quién eres, cómo llegaste acá... los checos son muy prevenidos ante los riesgos. No dejan entrar a nadie en sus círculos inmediatamente, tienen una suerte de proceso de calentamiento, primero te conocen y luego se vuelven "adorados", y confían.