Sergio Razo, fomentando la vida sana por un mundo mejor

Sergio Razo

Poder dedicar la vida a hacer un mundo mejor y a defender tus propias ideas no es algo al alcance de cualquiera. El mexicano Sergio Razo lo ha conseguido. Basándose en la teoría de la ecología humana creó la fundación Harmonic World en la República Checa y ahora ya tiene en sus manos la organización de proyectos de la Unión Europea.

Sergio Razo
Sergio Razo me recibe en su casa de Praga con un batido de fruta fresca y perejil que prepara conmigo en la cocina. Asegura que en él se halla todo lo necesario para satisfacer las necesidades nutritivas diarias de una persona. En su frigorífico rebosante de verduras no hay productos cárnicos ni nada que se le parezca. La alimentación sana es de hecho una de las bases principales de la filosofía de vida de Sergio, y por tanto también de la fundación que comparte con su mujer, Harmonic World.

“En principio nos gusta decir que damos herramientas a través de las cuáles las personas se empiezan a sentir incluidas como parte del todo. Y estas herramientas son, por ejemplo, que empiecen a pensar más en cómo cuidarse a sí mismos, en la parte de nutrición, en la parte de hacer ejercicio. Y todo el mundo sabe, mis abuelos lo supieron, que comer frutas y verduras te ayuda. Pero vivimos en una sociedad tan apretada que uno se pregunta cómo puedo hacer ejercicio si tengo que estudiar tantas horas al día, si tengo que levantarme a tal hora... Por ejemplo, en este primer evento que vamos a hacer a la gente se le enseñan ciertos ejercicios de yoga, que pueden hacer en casa en unos veinte minutos y ejercitan el cuerpo de una forma, digamos, cómoda”.

El proyecto que menciona Sergio se llama My City, está financiado por el programa Juventud en Acción la Unión Europea y de hecho se trata del primer evento de gran envergadura organizado por la fundación. En él participarán 50 personas de ocho países miembros, que además de recibir formación nutricional y de educación física, vivirán dos semanas en dieta vegetariana, en contacto con la naturaleza y sin probar el alcohol y el tabaco.

El curso también tiene como objetivo la transmisión de valores a una escala más elevada, como nos explica Sergio.

“Les damos temas que realmente les sacuden la cabeza. Se les dan problemas fuertes globales, problemas actuales. Y se les confrontan sus opiniones. Y no es que queramos decir quién tiene razón y quién no. En este contexto, poner gente de distintas nacionalidades, bajo una cierta agenda en la cual se rompa el hielo, se les haga ver que es de forma divertida, se empiezan a cambiar las etiquetas hacia la gente”.

Se trata de poner en práctica los principios de la llamada ecología humana, una disciplina holística que relaciona los efectos de los hábitos individuales en la globalidad y que, como nos cuenta Sergio, constituía la base ideológica de la fundación aun antes de que él mismo fuera consciente de ello.

Foto: Danilo Prudêncio Silva  (Wikipedia)
“Creé de mi propia imaginación tres pilares. Que el individuo mejore como tal, después que la sociedad mejore, y también el entorno, en el que todos son parte de uno solo. Después de que empecé a escribir este pequeño discurso, una amiga mía americana me comentó: pero eso que estás diciendo ya existe, se llama ecología humana. Me puse a buscar más sobre el tema y ya fue cuando realmente encontré que realmente por ahí queríamos ir”.

El próximo proyecto de Harmonic World tendrá lugar en junio y consistirá en el desarrollo de una cumbre de organizaciones europeas similares, que tendrá lugar en la República Checa. Para Sergio, la clave del éxito de la fundación a la hora de conseguir proyectos es la capacidad de sus trabajadores.

“Lo interesante es que esta gente, trabajando como voluntaria, es gente que viene de corporaciones y de empresas que realmente manejas esas prácticas de administración y financiamiento. Entonces nuestros proyectos tienen esa parte que mucha gente no tiene. Están muy estructurados, tienen un flujo, tienen una agenda, un objetivo, y los hacemos de una forma en la que se puedan vender por sí solos”.

A la joven fundación de Sergio Razo todavía le queda mucho por hacer, y muchos programas por desarrollar. Para más información pueden consultar su página web www.harmonicworld.org