Se incrementa en Chequia la proporción de biocomponentes en los carburantes

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La República Checa introduce a partir de este martes una mayor proporción de biocomponentes en los carburantes. La medida es apoyada ampliamente por el sector agrícola, al tiempo que provoca polémicas en círculos económicos y ecologistas.

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El aumento de la utilización de carburantes verdes forma parte de la enmienda a la ley sobre la protección de la atmósfera. Según la normativa, el porcentaje de biocomponentes en la gasolina se incrementa del 3,5 al 4,1 por ciento, y en el gasóleo del 4,5 al seis por ciento.

La medida quiere reducir las emisiones de los gases efecto invernadero y ayudar al sector agrícola nacional, al impulsar la ampliación de los cultivos para biocombustibles, según recalcó la ministra del Medio Ambiente, Rut Bízková.

Rut Bízková,  foto: www.vlada.cz

”Es una buena noticia para los agricultores checos, así como para el sector medioambiental. La normativa representa asimismo un aporte para el sector energético. Garantiza una menor dependencia del país de las importaciones de combustibles y un mayor aprovechamiento de las fuentes nacionales”.

Sin embargo, la disposición tiene muchos adversarios. Los economistas sostienen que el eventual aporte de los biocomponentes en los combustibles nunca ha sido comprobado. Los guardabosques por su parte dicen que los cultivos de colza para biocombustibles son dañinos para el venado. Centenares de cabezas de venados mueren anualmente al consumir esa planta que contiene sustancias nocivas.

”Estamos convencidos de que la colza no daña el campo ni el medioambiente en general. Por el contrario, puedo confirmar que sembrar esa planta es lo mejor que se puede hacer para preparar el campo para el ulterior cultivo de cereales”.

La aplicación de la medida responde a la directiva de la Unión Europea que establece que el 10 por ciento de los combustibles usados en el transporte terrestre en los países miembros deben ser renovables para 2020.

No obstante, a raíz de un reciente estudio sobre los biocarburantes, Bruselas admitió que su postura frente a este tema pudo haber sido errónea. El documento señala que una cantidad superior al 5,6 por ciento de biocomponentes en los combustibles resulta nociva para el medio ambiente. Además, la expansión de los cultivos para los carburantes verdes podría desplazar los cultivos tradicionales y ocasionar daños al medio ambiente.