Se complica firma de acuerdo entre Estado Checo y las Iglesias

Se complica la suscripción de un acuerdo entre el Estado Checo y las Iglesias que persigue la rectificación de las relaciones mutuas. El proyecto gubernamental del acuerdo es criticado por la oposición y por representantes de la coalición gubernamental.

El proyecto gubernamental supone que en el curso de los próximos sesenta años el Estado Checo indemnizará a las Iglesias con más de 3 mil millones de euros por los bienes que en el pasado les fueron confiscados por el régimen comunista. No obstante, al sumar los intereses respectivos, la suma global que debería pagar el Estado Checo a las Iglesias sobrepasaría los 10 mil millones de euros. La mayor parte de esos recursos le sería entregada a la Iglesia Católica.

La elevada suma financiera global podría obstaculizar la aprobación del acuerdo por parte del Parlamento. Muchos diputados, entre ellos la vicepresidenta de la Cámara Baja, Miroslava Němcová, del gubernamental Partido Cívico Democrático, consideran exagerada esa suma.

“Para mí sería problemático apoyar el proyecto original ya que, en comparación con otros casos de restituciones de bienes que hubo en el país, me parece que en este caso el Estado aventajaría demasiado a las Iglesias y a las comunidades religiosas”, dijo Němcová.

El vicepresidente del Partido Cívico Democrático, Petr Bendl, recalcó que su formación política debe analizar detalladamente el proyecto antes de ser debatido en el Parlamento. Bendl admitió que, al discutirse con anterioridad el tema de la indemnización de las Iglesias, nunca se había hablado de los intereses. Acotó que este asunto podría constituir un precedente para una ola de pleitos en torno a las restituciones de los bienes confiscados durante el comunismo.

Los comunistas y la Socialdemocracia, dos partidos de oposición, adelantaron que sus legisladores no apoyarán el acuerdo, debido a que éste perjudicaría al Estado Checo.

El democristiano Partido Popular, que participó en la elaboración del documento, es la única formación parlamentaria que sigue estando convencida de que el acuerdo es ventajoso para todas las partes involucradas. El ministro de Finanzas, el demócrata cristiano Miroslav Kalousek, insistió en que el Estado Checo no debería dejar pasar desaprovechado este histórico momento, y rectificar sus relaciones con las Iglesias del país.