San Nicolás y El Niño Jesús, protagonistas de la Navidad checa
La Navidad, una de las fechas más señaladas del año, trae consigo diferentes rituales y celebraciones que son distintas según los países. Aquí en la República Checa San Nicolás y El Niño Jesús son las más seguidas a diferencia de Santa Claus y los Reyes Magos en el mundo hispano.
“Como en todas partes se mantiene esa costumbre de San Nicolás, el diablo y el ángel. Que van de casa en casa, dependiendo de en cuantos días lo hagan, en mi casa por ejemplo son tres días, el cuatro, cinco y seis. Entonces, visitan cada casa, ven al niño y le preguntan si se ha comportado bien durante el año, entonces él tiene que recitar algún poema o algo así“.
Pero no todo acaba aquí. Si el comportamiento del niño no fue el más adecuado, y sus padres lo corroboran, la culpa se castiga duramente.“Después preguntan a sus padres si se ha comportado bien. Si se ha comportado mal, le dan patatas o carbón, pero si se ha comportado muy muy mal, le meten en un saco”.
Una leyenda, la del hombre del saco, que tiene atemorizados a los niños checos, y que hace que en esos días olviden todos sus malos actos y sólo tengan buenas palabras a la hora de hablar de su comportamiento.
Pero además de San Nicolás, la Navidad checa se caracteriza por su rica gastronomía: dulces, ensaladas y pescados están siempre presentes en los manteles de esta región. Los checos son muy tradicionales en este sentido y el día 24 la mayoría suelen cenar sopa de pescado como primer plato, y de segundo se sirve una carpa a la milanesa acompañada de ensaladilla rusa.
A esta comida le acompaña otra tradición, la del puerquito de oro. Una leyenda que los padres cuentan a sus hijos para que el día 24 no coman hasta la hora de la cena, que se sirve con la primera estrella de la noche, es decir, a las seis de la tarde. Se cuenta, que si ayunas hasta la noche, ese día verás un puerquito de oro en algún rincón de la casa. Petra nos comenta esta tradición.“El día 24 se comen cosas especiales como la ensalada de patatas con mayonesa y pescado. También se dice que ese día no deberías comer hasta la cena. Porque si comes, no verás al puerquito de oro”.
Otro tradición consiste en partir una manzana. Petra explica para Radio Praga esta creencia.
“Durante el día 24, se corta la manzana de forma horizontal y si se ve dentro una estrella, te traerá buena suerte y si ves una cruz, significa mala suerte, como una muerte en la familia“.
Como país con gran tradición pastelera, durante estos días son frecuentes las galletas de Navidad, que los propios integrantes de la familia elaboran en casa. A diferencia de España, en el que el turrón y los mantecados son los protagonistas de las sobremesas navideñas, aquí las galletas copan la parte más dulce de las comidas checas. Petra Ostrolucká, profesora de español en Praga, nos habla de esta tradición.
”Depende cuantos tipos de galletas quieres hacer, en la mayoría de las familias se hacen muchísimas, porque como visitamos a nuestros parientes mucho, hay que empezar un mes antes. También es bueno para que los familiares se queden más tiempo en casa”.Las galletas se hacen con vainilla, chocolate o mermelada. ¿Quién las elabora? Eso nos lo cuenta nuestra amiga Petra Ostrolucká.
“Todas las mujeres de familia ayudan, pero sobre todo la abuela, aunque la madre y la hija también lo hacen. Pero tampoco aquí es ya una tradición vivir todos juntos, quiero decir, abuelos y padres, entonces la abuela hace sus dulces y luego la madre no hace tantos porque la abuela siempre le da. O al revés, si la abuela ya no puede la madre hace más y le da”.
La llegada de la Navidad a la República Checa supone uno de los acontecimientos más importantes del año, unas fiestas que aquí, en el corazón de Europa, se viven con mucha emoción e intensidad.