Rusia y Estados Unidos firmarán en Praga el nuevo acuerdo de desarme nuclear

Barack Obama, foto: ČTK

Ya es oficial. Estados Unidos y Rusia firmarán en Praga el 8 de abril el nuevo acuerdo de desarme nuclear. Un año y escasos días después de la histórica visita a la República Checa de Barack Obama, los ojos del mundo entero volverán a dirigirse a su capital. El presidente de los Estados Unidos y su homólogo ruso, Dmitri Medvédev, sellarán en Praga un compromiso mutuo, pero que atañe a todo el planeta.

Barack Obama,  foto: ČTK
Desde que las dos potencias acordaran en otoño de 2009 los detalles que volvieran a impulsar su desarme nuclear, se había especulado con diversas ciudades que sirvieran de escenario para estampar su firma en el acuerdo. Kiev, Viena, Oslo, Estocolmo… y algunas otras, entre las que también se encontraba Praga. Finalmente Estados Unidos pidió oficialmente a la República Checa que fuera en su capital donde se produjera la cita entre sus dos presidentes.

Filip Kanda, portavoz del Ministerio de Asuntos Extriores de la República Checa, aclara la postura del país ante el encuentro.

“Estados Unidos nos consultó esa posibilidad como aliado. Saben muy bien que no queremos ser un puente entre occidente y el Este, que estamos completamente volcados con la OTAN”.

Según el diario ruso Vedomosti, Praga es un lugar simbólico para los dos países. Barack Obama anunció en ella sus intenciones con respecto al desarme nuclear hace un año. Para Rusia, fue en Praga donde celebraron el final de la Segunda Guerra Mundial en Europa los soldados soviéticos el 9 de mayo de 1945.

Dmitri Medvédev,  foto: kremlin.ru
El nuevo acuerdo sustituirá al ya caducado START, firmado por primera vez por George Bush padre y Boris Yeltsin en 1991. Las dos principales potencias nucleares ostentan el 95 por ciento del arsenal atómico mundial hoy día, que se calcula en unas dos mil las armas nucleares estratégicas en el lado norteamericano y en otras tres mil en el ruso. El acuerdo reducirá durante los próximos siete años a 1500 las cabezas nucleares estadounidenses y a 1675 las rusas.

El acuerdo que firmarán en Praga Obama y Medvédev, es clave para que no prosperen otros programas nucleares en el resto del mundo, según Jan Eichler, del Instituto de Relaciones Internacionales checo.

“Si estas dos potencias no empiezan a reducir sus propios arsenales nucleares, sus llamamientos al desarme no serán creíbles y se incrementará el número de Estados que querrán contar con armas nucleares”.

Entre el clima de acuerdo, solo un detalle parece haber provocado el descontento de Moscú. Este jueves publica el diario ruso Izvestia que al Kremlin no le ha gustado que haya sido la diplomacia checa quien se encargara de hacer públicos los pormenores del encuentro. Según esta versión, el Gobierno ruso habría presentado una queja, ya que deberían haber sido las dos partes implicadas en el acuerdo quienes lo hicieran. Tras el anuncio de Praga del miércoles, a Washington y Moscú no les quedó más que confirmar la información, según el periódico.