República Checa - presidente de la UE

Foto: Comisión Europea

El 1 de enero de 2009, la República Checa asume la presidencia rotativa de la Unión Europea. Radio Praga les ofrece un programa especial que les presentará este país centroeuropeo. Conozcan los datos demográficos y económicos de la República Checa, sus prioridades en cuanto a la presidencia europea, los proyectos en los que participa y las posturas que adopta con respecto a los más diversos temas que preocupan el mundo de hoy.

Foto: Comisión Europea
La cerveza y el cristal, son quizá los productos checos más conocidos a nivel mundial.

No es de extrañar, este pequeño país centroeuropeo tiene una larga tradición en la elaboración de cerveza, que se convirtió en una bebida tradicional de los checos, que son los mayores consumidores de cerveza en el mundo, por delante de Irlanda y Alemania.

El lúpulo, ingrediente imprescindible para la producción de cerveza, es uno de los productos característicos del cultivo agrario del país, junto al trigo y la remolacha azucarera, entre otros.

Por otro lado, el carbón, el caolín y el uranio forman parte de la riqueza mineral nacional.

La metalurgia, la maquinaria, la industria textil, la industria automovilística y la cristalería son los sectores más importantes de la producción industrial checa.

Český Krumlov  (Foto: CzechTourism)
La República Checa es un país continental situado en el pleno centro de Europa que se extiende en el territorio histórico de Bohemia, Moravia y Silesia. El país hoy día hace frontera con Alemania, Polonia, Austria y Eslovaquia.

La superficie total del territorio nacional es de 80 mil kilómetros cuadrados, aproximadamente, es decir que es 14 veces menor que Colombia, por ejemplo.

Con unos 10 millones y medio de habitantes, la República Checa ocupa el lugar 77 en el ranking de los países más poblados del mundo.

El territorio nacional se divide en 14 regiones autónomas. La capital es Praga, una ciudad admirada por sus numerosos monumentos históricos, que suele ser considerada como una de las ciudades más bellas de Europa.

Entre las otras ciudades checas más visitadas destacan Karlovy Vary y Český Krumlov, situadas al oeste y el sur del país, respectivamente.

Revolución de Terciopelo,  1989 en Praga
La República Checa es uno de los sucesores de Checoslovaquia, que antes de la derrota del régimen comunista pertenecía a la zona de influencia soviética.

En 1989, la llamada Revolución de Terciopelo impulsó los cambios democráticos en el país.

El 28 de octubre de 1918 nació Checoslovaquia como país independiente, y desde entonces esta fecha sigue considerándose fiesta nacional de la República Checa. Sin embargo, el 1 de enero de 1993, la República Checa y Eslovaca se separaron y desde entonces forman dos países independientes. Ambos países se adhirieron a la Unión Europea en 2004.

Veamos ahora la posición checa dentro de la Comunidad Europea.


El camino de la República Checa hacia la Unión Europea

Vladimír Špidla
Después de haber vivido Checoslovaquia más de 40 años de comunismo, con el cambio democrático ocurrido en noviembre de 1989, el país aspiró de inmediato a ingresar en la Unión Europea.

El motivo de estos empeños fue regresar al seno de los países europeos avanzados, a la comunidad a la que el país había pertenecido económica, política y culturalmente durante siglos. Ya en diciembre de ese mismo año, el entonces jefe del Gobierno, Marián Čalfa, envió a Bruselas una carta, en la que manifestó el interés de su país por adherirse a los países comunitarios.

Pero pasó más de un decenio antes que los checos vieran cumplido ese deseo. La entrada a la Unión Europea fue precedida por un período de transición, durante el que fue necesario cumplir ciertos requisitos para la entrada en la Unión, según explicó Petr Pavlík, especialista en temas de la integración europea.

“Tuvimos que transformar nuestra economía, desde una economía con planificación centralizada a una economía de mercado. Tuvimos que crear también un sistema democrático pluralista. Al mismo tiempo tuvimos que armonizar la legislación checa con las leyes de la Unión Europea”, señaló Pavlík.

El uno de mayo de 2004 la República Checa se adhirió a la Unión Europea, junto con otros nueve países. La comunidad de países europeos llegó a estar integrada así por 25 estados en total y el número de idiomas oficiales de la Unión llegó a veinte.

Foto: Comisión Europea
Centenares de ciudadanos checos reunidos ese uno de mayo de 2004 en la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga festejaron así el ingreso del país a la Unión Europea.

La adhesión de la República Checa a la Unión la aplaudió también Vladimír Špidla, entonces primer ministro checo, que actualmente ocupa el cargo de Comisario Europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Igualdad de Oportunidades.

“Es un éxito para la República Checa. La entrada en la Unión Europea significa ciertas garantías para nuestro futuro desarrollo. Ingresamos en esta comunidad de países confiando en mejores perspectivas, con la esperanza de una vida mejor y, personalmente estoy convencido de que sabremos responder a las posibilidades que se nos ofrecen”, dijo Špidla.

Desde el ingreso de la República Checa a la Unión Europea han transcurrido más de cuatro años. Durante ese período entraron en la Unión otros países y el número de miembros se amplió así a 27.

La República Checa es miembro de la Europa comunitaria con igualdad de derechos. Le corresponden 24 escaños en el Parlamento Europeo y cuenta con doce votos en el Consejo de la Unión Europea. Tiene a un juez en el Tribunal de Justicia, un representante en el Tribunal de Cuentas y un eurocomisario.

Foto: Comisión Europea
El 31 de diciembre de 2007, la República Checa, junto con otros ocho nuevos miembros de la Unión Europea, se incorporó al espacio Schengen, que supone el libre movimiento de personas y mercancías. El significado de ese paso lo destacó entonces el ministro del Interior, Ivan Langer, de la siguiente manera.

“Esta decisión significa que Europa deja de estar dividida en dos partes, es decir, en países de primera y de segunda categoría. A partir de ahora, los ciudadanos de los nuevos miembros comunitarios compartirán además de las obligaciones, también los derechos y las libertades que ofrece la Unión, y una de las libertades clave es la de movimiento”, recalcó Langer.

El Gobierno checo impulsa igualmente la participación del país en proyectos y agencias en el marco de la Unión Europea. Así, por ejemplo, en el año 2008 la República Checa llegó a integrar la Agencia Espacial Europea (ESA), siendo así el primer país del antiguo bloque comunista que entró en esa institución.

Praga está interesada asimismo en sumarse al programa Galileo que es un sistema global de navegación por satélite desarrollado por la Unión Europea, con el fin de no depender de otros sistemas como el GPS estadounidense o el GLONASS ruso. La realización de este proyecto, no obstante, fue aplazada varias veces. Se prevé que Galileo podría entrar en funcionamiento en el año 2014.

A pesar de no tener acceso al mar y de no disponer de una flota naval, la República Checa manifestó asimismo su pleno respaldo a la fuerza aeronaval europea de lucha contra la piratería en Somalia, cuya formación fue aprobada en noviembre de 2008 por los ministros de Defensa de la Unión Europea.


Prioridades de la presidencia checa a la Unión Europea

Como cada país que asume la presidencia de la Unión Europea, la República Checa también ha marcado cuáles serán sus principales prioridades. De hecho la presidencia rotativa de la Unión sirve para que cada país tenga la oportunidad de desarrollar los temas que le parecen más importantes.

El lema de la presidencia checa es “Europa sin barreras”, que hace referencia a la necesidad de seguir avanzando en la liberalización del mercado interior europeo. Sin embargo, en la agenda checa destacan otros puntos iguales o más importantes.

Se trata de la política energética de la Unión Europea, la reforma de la Política Agrícola Común, las relaciones con Europa del Este y los Balcanes, las condiciones de seguridad y, por último, la reforma de algunas instituciones europeas.

Cabe destacar que cada presidencia, aunque tenga un programa, siempre se encuentra con problemas inesperados que se han de resolver. Al igual que Francia se enfrentó a la situación diplomática generada por el conflicto de Georgia, la República Checa tendrá que hacer frente a la crisis financiera, como destaca la eurodiputada checa, Jana Hybášková.

“Se tratará de la agenda más interna. Tendremos que hacernos cargo de todas las regulaciones relacionadas con la crisis financiera. No es cierto que la República Checa esté fuera de la zona euro y que la crisis no tenga nada que ver con nosotros. La República Checa será observador del Eurogrupo y vamos a intervenir desde un punto de vista financiero. Esto es algo que conocemos desde hace tan solo un par de meses”, dijo.

Así, aunque el objetivo primario inicial era el reducir las barreras al tráfico de personas y mercancías en el seno de la Unión Europea, la situación actual, bajo la amenaza de la crisis financiera, ha dado una mayor importancia a puntos de la agenda que antes no eran tan prioritarios.

De esta manera, la política energética europea se ha convertido en el desafío más importante para la presidencia checa. Consiste principalmente en el llamado paquete climático-energético.

Este paquete está formado por una serie de regulaciones que tienen como objetivo garantizar el abastecimiento de energía en la Unión Europea, liberalizar el mercado energético y al mismo tiempo limitar la emisión de gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático.

Se trata de un tema especialmente delicado porque es difícil poner de acuerdo a países como Polonia, donde abundan las plantas de energía basadas en el carbón, con estados como Suecia o Dinamarca, especialmente sensibles en temas medioambientales. Todo un reto del que el viceprimer ministro checo para Asuntos Europeos, Alexander Vondra, es perfectamente consciente.

“Queremos llevar hasta el final el plan estratégico sobre las energías. En vista de que la UE se comprometió reducir las emisiones de gas invernadero, habrá que limitar la producción de electricidad a partir de carbón. Nuestra tarea consistirá en buscar caminos de cómo sustituirla y posibilitar el suministro de energía a costes moderados”, explicó Vondra.

Por otro lado, la República Checa también deberá orientar la política exterior de la Unión Europea. Las prioridades del país se orientan principalmente hacia el Este de Europa.

De hecho, la República Checa se aprestará a facilitar a Croacia y Serbia el ingreso en la Unión Europea, y al mismo tiempo se entablará una lucha diplomática para reducir la influencia rusa sobre Europa Oriental y el Cáucaso, como explica Alexander Vondra.

“Entre los principales objetivos de nuestra política debería estar el apoyo a la independencia de países como Georgia y Ucrania. Cualquier desestabilización de este territorio tendría impactos negativos sobre la seguridad de todos nosotros”, afirmó Vondra.

Otra responsabilidad checa será la supervisión de la nueva Política Agraria Común, que sufrió en 2008 una dura reforma. Hasta este momento, la Unión Europea subvencionaba intensamente a los agricultores, quienes recibían subsidios según la producción.

Y por último, la República Checa tendrá la responsabilidad de introducir algunas reformas en el funcionamiento institucional de la Unión Europea.

Se trata de la creación de dos nuevas figuras: por un lado del presidente de la Comisión Europea, institución que funciona como una especie de consejo de ministros. Y por otro, del Representante de Relaciones Exteriores de la Unión Europea.

La República Checa deberá resolver los procedimientos que serán necesarios para la elección de estos dos cargos.


Ingreso de la RCh en la eurozona

Foto: Comisión Europea
El euro es la moneda única de los países participantes en la Unión Monetaria Europea. Los primeros billetes y monedas de euro empezaron a circular en los 12 países que entonces componían la Unión el 1 de enero de 2002. Actualmente, 15 países integran dicha comunidad. El territorio que ocupan se denomina eurozona.

El 1 de mayo de 2004, la República Checa ingresó en la Unión Europea, con lo cual se comprometió a aceptar en el futuro la moneda europea común.

Para poder hacerlo, el país debe cumplir con una serie de requisitos conocidos como los criterios de Maastricht. Destacan entre ellos la obligación de mantener el déficit presupuestario anual debajo del tres por ciento y la deuda pública debajo del 60 por ciento del Producto Interior Bruto.

Para facilitar el proceso de transición de la República Checa al euro, fue elaborado el Plan Nacional de Convergencia, que determina los aspectos técnicos y jurídicos del paso.

Al comienzo se planeaba que el euro sustituiría a la corona checa ya en el año 2009. Pero los políticos pronto se dieron cuenta de que no lograban llevar a cabo todas las reformas necesarias y, en 2007, el ministro de Finanzas, Miroslav Kalousek, decidió actualizar el Plan y postergar hasta 2012 el plazo de admisión del euro.

Miroslav Kalousek
“En el documento no figura una fecha concreta. Sin embargo, el plan está pensado para que el año 2012 sea una posibilidad real. Todavía será necesario precisar algunos detalles en el capítulo sobre las reformas encaminadas a la implantación del euro. Entre los pasos a adoptar figuran, por ejemplo, la disminución de los gastos y la reforma impositiva”, sostuvo Kalousek.

En 2008, la Comisión Europea dio luz verde a la vecina Eslovaquia para que accediera a la eurozona a partir del 1 de enero de 2009. Por su parte, la República Checa no recibió el visto bueno, porque su tasa de inflación seguía excediendo los niveles establecidos en Maastricht.

Los expertos comenzaron a especular que quizás el Gobierno checo no se esforzaba lo suficientemente como para lograr el ingreso del país en la eurozona.

La crisis financiera que a fines de 2008 sacudió a los mercados mundiales supuso una salvación para los políticos checos, que no eran capaces de acordar el plazo para la adopción de la moneda europea común.

La situación les proporcionó una excusa válida para postergar la decisión y el ministro de las Finanzas, Miroslav Kalousek, pudo declarar que no ha llegado el momento oportuno todavía para que el Gobierno checo estipule la fecha del ingreso del país en la eurozona.

“La Unión Europea nos exige fijar la fecha de la transición al euro. No obstante, lo único que puedo afirmar ahora es que sobre la cuestión no se decidirá en 2008. Probablemente nos ocuparemos del tema en 2009”, afirmó el ministro.

Los especialistas coinciden que si el Gobierno decide sobre el asunto en 2009, el país difícilmente podrá aceptar el euro en 2012, como fue previsto anteriormente, sino que probablemente lo hará en 2013 o 2014.


Posturas checas respecto a la protección de derechos humanos, ayudas, desarrollo…

La Comisión Europea y la República Checa acordaron organizar durante la presidencia checa de la Unión Europea en la primera mitad del 2009 una conferencia internacional sobre la situación en Cuba.

Praga siempre ha mantenido una postura crítica frente al régimen cubano con respecto a la violación de los derechos humanos.

Bruselas y La Habana reanudaron la cooperación en octubre durante la estancia en Cuba del comisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel. Según expresó anteriormente el Ministerio de RR.EE. cubano, el viaje de Michel fue posible debido a que la Unión Europea suprimió definitivamente las sanciones impuestas a la isla en junio de 2003 después de una oleada de arrestos de disidentes pacíficos.

La República Checa y Suecia estuvieron en contra reiterando el deseo de ver un avance en el respeto de los derechos humanos antes de que se anulen las sanciones. Praga incluso amenazó con bloquear las negociaciones de los 27.

El ministro de RR.EE. checo, Karel Schwarzenberg, advirtió que las condiciones en las cárceles cubanas son pésimas, muy parecidas a las que había en Checoslovaquia en los años 50 del siglo pasado. Sobre la situación de los presos políticos en la isla caribeña le informó en enero de 2008 el opositor cubano Héctor Palacios.

“En este momento hay más de 240 presos, entre ellos 32 ó 34 muy graves que están en la cárcel”, afirmó.

Al final, el jefe de la diplomacia checa, Karel Schwarzenberg, consintió a la postura común europea con la condición de que la situación en Cuba se evalúe cada año.

El ex jefe de la diplomacia checa y actual ministro sin cartera, Cyril Svoboda, que dirige la comisión de RR.EE. del democristiano Partido Popular, está decidido a promover el tema durante la presidencia checa. Señala que la situación de los derechos humanos en Cuba no ha mejorado, sino empeorado.

Cyril Svoboda
“La política exterior checa debe centrar su atención en los derechos humanos. El tema nos ´queda bien´, tiene tradición y credibilidad. No tiene sentido abandonar este dominio porque queremos apoyar la política de exportación, por ejemplo. A largo plazo se muestra que un retroceso en esos principios no trae las ventajas económicas prometidas”, indicó.

El democristiano Partido Popular checo no considera oportunas las sanciones económicas debido a que éstas no suelen afectar al régimen no democrático gobernante sino a los habitantes del país.

El acceso a fuentes de energía renovables a nivel local, la buena gobernanza y el papel de la sociedad civil, y el desarrollo de Europa del Este y Sudeste, éstos son los tres ámbitos en los que estará enfocada la asistencia oficial checa para el desarrollo durante la presidencia de la Unión Europea.

Juraj Koudelka, del Ministerio de RR.EE., precisa que las prioridades checas encajan con las presidencias que preceden y sucederán a la República Checa.

“Francia se ha fijado como una de sus prioridades las autoridades locales, mientras que en el caso de Suecia es el desarrollo sostenible y el cambio climático. La energía se necesita en todas partes. Mirando, por ejemplo, el continente africano comprobaremos que muchas zonas están sin acceso a la energía”.

La República Checa pretende impulsar el debate sobre la energía sostenible como un medio para la erradicación de la pobreza y el desarrollo económico.

La asistencia oficial checa para el desarrollo se dirige con prioridad a los siguientes países: Angola, Bosnia y Herzegovina, Yemen, Moldavia, Mongolia, Serbia, Montenegro, Vietnam y Zambia.

Desde el 1 de enero de 2008 funcionan en el país la Agencia Checa para el Desarrollo y el Consejo para la Cooperación Exterior de Desarrollo que coordinan los proyectos de ayuda.

En 2007, la República Checa designó a la asistencia para el desarrollo 144 millones de euros, es decir el 0,11 por ciento del Ingreso Nacional Bruto. El compromiso asumido por la Unión Europea es que sea el 0,7 del INB en 2015.